Prólogo

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La niña de sus ojos era un bello y maravilloso enigma, tanto que para el joven niño, verlos era hipnótico y placentero. No pasaban de los diez años, no tenían experiencias en la vida o en el amor, pero juntos se sentían bien, juntos se complementaban, juntos eran felices.

Los largos y finos cabellos negros de la pequeña bailaban al son del viento, meciéndoce y disfrutando de aquello, cantaba y danzaba mientras corría del juego de su acompañante, un chico un poco mayor a ella, pero con la cabeza llena de sueños y fantasías. En la mayoría de ellos, la dulce niña estaba a su lado, como joven, como adulta. Pero más que nada, como mujer, como su mujer. El varón, como si estuviera hechizado, corría tras ella.

Kitsune, Deneb! -la llamó aquel niño-, ¡Ya verás, te vas a casar conmigo!

-Iwgh -se asqueó la mocosa.

-¡Vamos, soy el más atractivo del pueblo!

La niña bajó del árbol dónde se encontraba, lo miró y se acercó lo suficientemente a él para cortar su espacio personal.

-Bueno, si quieres estar a mi lado... -le sonrió, después, él le devolvió la mueca y uno de sus colmillos se asomó-, ¡Debes de ser más rápido que yo!

La niña, haciendo trampa, lo empujó.

-¡No es justo!

-En el amor y la guerra todo se vale, bobo.

Ahí la razón de por qué corría uno tras el otro.

-Inari -llamó la Kitsune mayor a su hija-, Inari, es hora de volver.

-¡Ya voy, mamá! -gritó la niña, se giró hasta el niño, le sonrió y le extendió la mano-, anda, alcánzame ya para ir con mi madre.

-No, si te alcanzo, será por mis méritos.

-Que necio eres -Inari, quién prefería la llamaran Deneb, rodó los ojos-, ¿No vienes con nosotras?

-Debo de ser más rápido que tú, no tengo tiempo de jugar.

-Que aburrido eres -lo recriminó-, bueno, te veo después.

El chico esperó que su damisela dijese su nombre, con ojos suplicantes, le rogó.

-Nos vemos mañana, Nevra -sus palabras fluyeron de sus labios como chocolate derretido, envolviéndolo a él en un sueño acaramelado, donde él era el único protagonista y como siempre, era el que se quedaba con la chica bonita.

La vio alejarse, de la mano de una mujer alta, cabello negro igual que el de ella y unas prominentes colas con puntas azules, jamás había visto a alguien así en su corta vida y por lo poco que sabía, aquella era, por ende, su futura suegra.

Desde ese día, no la volvió a ver jamás.

Habían pasado ya muchos años y demasiadas lunas, él ya no era el mismo que de niño, pero... Su corazón le seguía perteneciendo a aquella muchacha, aquella que le había prometido casarse a cambio de una tonta carrera.

Él seguía ligado a ella.

Estaba perdido.

Perdido entre sus ojos.

Perdido, entre pétalos de rosas...

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Vengo con todo alamierdaaaaaaa

Ok no

Ya saben, más trabajo escolar significa más historias :D

Aquí vengo con una nueva historia, Nevra x Lectora

Prometo que será mejor que "El mundo de las hadas" LO JURO!

Gracias por el apoyo, y hasta la proxima!!

PAUSADA••• |Eldarya•••| Entre pétalos de rosas [Nevra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora