Capítulo 6

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Cuando llegamos a la SOPA (acrónimo que en español da un poco de hambre, la verdad) ni Kang, ni Juan, ni el resto de los chicos han llegado, así que me tengo que encargar de grabar todo lo posible y lo mejor que puedo, a Jungkook recibiendo su diploma. No sé si es una especie de prueba de Kang, pero estoy segura de que tendría que haber sido él quien fuese con Jungkook.

Ni si quiera sé qué están haciendo los demás para tardar tanto, pero una vez entregado el diploma todavía tengo que esperar con Jungkook en el coche (para evitar a la prensa) mientras llegan. Vuelvo a grabarle muy emocionado hablando de sus hyungs y ahí noto el amor que se profesan todos. Llevo viendo sus interacciones una semana, pero no es hasta ahora cuando me doy cuenta de que BTS son más que un simple grupo o compañeros de trabajo. Pasan tanto tiempo juntos que son una familia.

—Beca, dime que has grabado todo. No esperábamos tardar tanto —dice Kang en cuanto llega. Jungkook ya se ha ido a ver a sus hyungs mientras Juan se dedica a grabar su encuentro.

—He intentado conseguir todo el material que he podido, espero que sirva.

—Estupendo, luego lo revisaremos —me dice, dándome una palmadita en el hombro—. Ahora ven conmigo, todavía hay mucho trabajo por hacer.

Yo asiento, aunque no voy a negar que esperaba que me diera un pequeño descanso. Algo que no ocurre, porque acompañar a Kang significa seguir grabando al grupo al completo entrar en el edificio para un posado que cámaras de todos los medios se encargan de capturar. Al parecer, además de para ver a Jungkook, los chicos han venido para atender a la prensa. Y casi es lo único que pueden hacer, porque cuando llega la hora de la ceremonia de graduación el auditorio está tan lleno que los mayores deciden esperar en el coche a que Jungkook acabe el trámite que supone su graduación. Aunque, por desgracia, eso no me incluye a mí.

—Beca, Hwan, conmigo —nos dice Kang, y ambos le seguimos sin rechistar. Aunque bueno, mentalmente sí que rechisto, porque llevo toda la mañana caminando de un lado a otro y mis pies necesitan un descanso—. Yo iré al balcón para tener mejor perspectiva de Jungkook cuando suba con sus compañeros. Beca, tú grábale de cerca desde el pasillo. Hwan, intenta colocarte en uno de los laterales y haz lo mismo que Beca, ¿entendido?

—Entendido —decimos Juan y yo a la vez. Kang asiente, nos levanta el pulgar y sube al balcón, por lo que Juan y yo nos quedamos solos.

—¿Este hombre no se agota? —me pregunta Juan. Yo le miro con una ceja alzada mientras camino al pasillo.

—¡Pero si acabas de llegar! ¿Quieres que te dé todas las horas extra que llevo aquí?

Juan se ríe. La verdad es que puede que no me lleve tan bien con él como con Jimin, pero a fuerza de compartir tiempo puedo decir que tenemos una relación decente. Aunque claro, no suele bromear como lo ha hecho ahora.

—No, gracias. Aunque creo que me llevo bastante mejor con Jungkook que tú, podría haberme quedado yo —dice.

—Ya no —le digo y le guiño un ojo antes de bifurcarme al pasillo que Kang me ha asignado.

Miro hacia los lados, buscando al maknae entre la multitud y, cuando lo localizo, me posiciono unos pasos más adelante y me siento en el suelo, intentando no molestar mucho a la gente. Jungkook ni se entera de que estoy ahí sentada porque mira hacia arriba con cara de concentración. Aprovecho y comienzo a grabarle.

Kang lleva razón, Jungkook es fácil de grabar. Porque el chico es rematadamente guapo (lo sepa o no), y queda en cámara como un auténtico modelo. Pero yo no quiero a un modelo, quiero al Jungkook real. Al chico con la sonrisa de conejo y el rubor tímido en sus mejillas. Así que cuando me canso, le llamo, aprovechando que escucho de fondo a gente hacer lo mismo. Aunque claro, yo soy española, y grito más alto.

Focus - jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora