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Escuela primaria Los niños de Platón - 7:50 AM

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Escuela primaria Los niños de Platón - 7:50 AM

Lías estaba esperando la hora de ingreso de los estudiantes sentando en el pequeño asiento público del parque que estaba al frente de la escuela de su hermana, mientras esperaban, se encargaba de observar las acciones de su menor.

Mientras él estaba sentado, Belén observaba las flores azules que se encontraban rodeando la pileta de agua del parque, a ella le encantaba el color azul, pues eran el mismo color de sus ojos y le transmitía cierta tranquilidad al verlas, su hermano no estaba lejos de ella, de hecho se encontraba a sus espaldas, no le molestaba en absoluto su presencia ya que se sentía protegida de que algo malo le pasara, evitaba acercarse mucho a las flores, pues había un pequeño charco de lodo a su alrededor y a palabras de su hermano, no debía ensuciar su ropa nueva.

El heleno volteo a ver la entrada de la escuela, y la gran campana estaba a pocos minutos de iniciar las clases, este se levantó de su asiento no sin antes estirarse un poco he ir a donde estaba su hermana. — Belén, es hora de que vayas a clases, vamos — la mencionada volteo a ver a Lías quien le ofrecía su mano y gustosamente acepto regalándole una sonrisa. Ambos caminaron de forma tranquila hasta la entrada, notando que varios niños ingresaban de forma apresurada luego de que sus padres o madres se despidieran de ellos.

— Ve, no falta mucho para que toquen la campana, volveré por ti al medio día como siempre, no te juntes con extraños y mucho menos hables con ellos, si alguien te molesta o pretende algo, corre inmediatamente con la maestra hasta que yo llegue, ¿si? —

— ¡Si hermano, no te preocupes! — La azabache hizo señas con sus brazos para que su hermano se inclinara hasta llegar a su altura, el mayor obedeció y como sorpresa recibió un beso en la mejilla junto a un rápido abrazo por parte de Belén hasta que comenzó a caminar con algo de apuro al interior de su escuela. — Nos vemos después! — Exclamo la niña.

Lías por su parte sonrió algo sonrojado y se despidió de ella moviendo levemente su mano, nuevamente retomo postura y opto por regresar a su hogar con la seguridad de que la pequeña estuviera dentro de la escuela. Estando a punto de irse, un hombre de mediana estatura paso frente suyo, ambos conectaron miradas por un instante y ese pequeñísimo tiempo basto para que Lías sintiera una fuerte corriente de inquietud recorrer su espalda.

El incognito hombre de cabellos castaños canos siguió su camino como si nada, Lías no podía dejar de verlo con preocupación, el tipo emanaba el aura más lúgubre que había sentido en su vida, le causaba una muy mala impresión a primera vista y aquella idea lo convenció para no dejar el pueblo en donde estudiaba Belén. Por el momento, compraría algunas cosas que le fueron encomendadas por Rosa y luego regresaría inmediatamente a la escuela de su hermana para vigilar que nada malo sucediera.

Patio de juegos - 10:30 AM

La pequeña azabache se encontraba comiendo la pequeña merienda que Rosa le había mandado, su pequeña lonchera consistía en frutas picadas con un poco de miel encima y jugo de naranja. Belén no era tan social, su maestra ya había hablado con ella, pero no vio mucho problema, pues no podía obligar a una niña a hacer amigas en un instante.

La Intrusa (L. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora