8. Nostalgia color verde .8

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Una semana después

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Una semana después

El viaje había sido largo, después de la muerte de Lías, Belén decidió tomar luto de un mes en su memoria, Maki respetaba la decisión de la peruana por lo que mientras se refugiaban por los pueblos en donde pasaban, la griega mandó a elaborar un retrato del heleno para que su hermana no olvidara su gentil rostro.

La azabache no superaba su pérdida, en las madrugadas cuando su cuidadora dormía dejaba escapar lágrimas traicioneras, extrañando los brazos y mimos de Lías, añorando su voz al contarle cuentos y sus hermosas melodías al tocar la flauta que ella poseía en sus manos al dormir. Maki había decidido llevarse a Belén junto a ella a Grecia, puesto que quedaron varadas en territorio griego.

Al pasar una semana de ardua caminata por fin llegaron al dichoso lugar del que tanto hablaba la peli azul. El Santuario de Athena le parecía un lugar sacado de muchos cuentos que le contaba Lías antes de dormir, con antigua arquitectura y bellos paisajes en aquel lugar sacado de los mitos griegos.

— Bienvenida al Santuario Belén, este será tu nuevo hogar — La de ojos prusia miro a Maki con la boca abierta, cosa que le hizo gracia a la mayor, quien en pocos instantes puso un rostro serio. — Pero aquí hay reglas que tendrás que memorizar —.

— ¿Qué clase de reglas? — Pregunto Belén preocupada ante el semblante de su tutora, esta la guío a unas escaleras que eran refugiadas por la sombra de los árboles para poder descansar un momento y aclararle la situación. — El Santuario no es un lugar cualquiera, es un lugar sagrado y que tienes que respetar, aquí todo está dividido en rangos —.

— ¿Rangos? — Ladeo la niña — Sí, rangos, La cabeza principal es nuestra Diosa Athena seguido de su líder, El Gran Patriarca se encarga de ordenar, guiar y liderar en caso de que nuestra Diosa esté indispuesta, quien le sigue son los caballeros de la orden dorada, doce en total y cada uno nombrado por un signo del zodiaco y formando la primera parte de las 88 constelaciones —.

Belén estaba asombrada por las palabras de Maki, la mayor terminó por explicarle todos los datos de aquel lugar, la niña por un momento pensó que le sería difícil adaptarse, muy aparte de que tendría que aprender el idioma griego para no perderse, pero por Maki y su hermano lo haría sin dudarlo.

Después de tan detallada explicación, Maki le informo su papel como Doncella al servicio del Patriarca, Belén también tendría que tomar un papel ya sea como Doncella, Saintia o amazona. Ya pasado un lapso de tiempo, llegaron al templo mayor, lugar en donde Maki ejercía su oficio y en el que se quedaría por un tiempo.

— Este será por el momento tu habitación — La Doncella guío a la niña a un pequeño cuarto de visitas, con una cama personal y suficiente espacio en el cual había un pequeño armario y una mesa. — Deja tus cosas aquí, voy a darte un baño para presentarte al Sacerdote ¿sí? — Belén asintió y dejo sus maletas a un costado de su cama, dejando también el chaleco de su hermano en el armario.

La Intrusa (L. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora