FRED&REGULUS

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- ¡Fred!- Lee Jordan, su mejor amigo, lo llamó desde la trastienda de Sortilegios Weasley. Fred dejo las cajas en un costado y se secó el sudor.- Han hecho un gran pedido de polvos peruanos de oscuridad instantánea para Hogwarts, pero no se donde puso George las cajas.

- ¿Quienes?- preguntó, divertido.- Tengo que darles la enhorabuena.

Lee echo una carcajada.

- Unas chicas de quinto grado que han empezado una guerra de bromas con chicos de su mismo curso.- Se cruzó de brazos.- Como los viejos tiempos, ¿te acuerdas?

- Como para no hacerlo.- sonrió.- Diles que les regalamos una caja. A mi cuenta.

De un momento a otro un aliento caliente presiono en el lóbulo de su oído y la voz que emergió del mismo le produjo un estremecimiento.

- Asi que tu eres quien esta proporcionando suministros para convertir Hogwarts en un ridículo campo de batallas.- Era Regulus Black, el hermano de uno de los mayores bromistas de la historia, profesor de Hogwarts y el hombre mas sexy del mundo.- No te imaginaba asi.

Los ojos grises de Regulus estudiaron cada centimetro de su cuerpo minuciosamente. Fred Weasley, quien nunca sintio vergüenza por nada, se sonrojo como un niño y todo porque un Black le hablaba y lo miraba con una frialdad que quemaba sus entrañas.

- ¿Me imaginabas?- Fred se recompuso rapidamente a sabiendas que habia puesto una cara de memo durante todo su escrutinio.- ¿Se le ofrece algo, señor Black? Aqui solo vendemos artículos de bromas y usted no parece muy...bromista.

Regulus compuso una sonrisa ladina.

- Tienes razón, no lo soy.- le dijo. Cogió unos puff en miniatura y les hizo unas caricias.- Pero tu pareces un experto.

Fred se rasco la cabeza y se dio cuenta que su aspecto dejaba mucho que desear. Con el cabello pegado a la frente, la ropa llena de polvo y los zapatos de barro. Después de todo no había parado de llover. Y el señor Black lucia impecable de pies a cabeza. Su cabello negro estaba perfectamente peinado, vestía un traje negro sobre un jersey de cuello vuelto que lo hacía ver más pálido, una capa de viaje y unos zapatos oscuros. Fred se sonrojo hasta las orejas por advertir la diferencia entre ellos.

  - No me considero un experto, aun así se lo que puede divertir.- El pelirrojo se irguio.- Mi hermano y yo llevamos Sortilegios Weasley. Yo estoy ocupado. Si quiere algo, pregunte a George.

  - Tu eres Fred.- Se paso la punta de la lengua por los labios y Fred siguió el camino que recorría.- Si, el otro me pareció menos hermoso que tú.

Detrás de ellos se escucho una carcajada a medias. Se había olvidado de Lee por tener a Regulus a centímetros de su boca.

  - Yo soy Fred Weasley.

Jamás había tenido tantas ganas de besar a alguien que en ese momento.

  - Muy bien, Fred. - susurro saboreando su nombre.- No le voy a prohibir que venda sus artículos, pero no a mis alumnos.

Fred frunció el ceño.

  - Discrepo.- le dijo poniéndose serio.- Si ustedes no son capaces de detener a unos alumnos haciendo bromas, me hace plantearme muy seriamente cuales son sus capacidades, señor.

Se escucho un silbido, otro de Lee, y a Regulus Black se le pusieron los ojos negros de ira. Fred lo había puesto en su sitio.

El hombre le fulminó con la mirada y con un último vistazo salió por la puerta.

Y Fred sintió un puñetazo en el estómago. ¿Qué demonios significaba eso? Otro puñetazo le vino al pensar en sus ojos grises y penetrantes.

No lo sabía.

Recuerdos (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora