Amante inocente

Capítulo 28: Bella sonrisa

Hola! Lamento la lardanza xD

Por cierto, vendo pañuelos... y clorox (?

Autor: Haruka Eastwood

~ * o0O0o H.E o0O0o * ~

Caminó de un lado a otro sintiéndose repentinamente encerrado entre aquellas blancas paredes. Simplemente no podía quedarse quieto, y su vista iba cada dos por tres hacía el viejo reloj de pared, mordiéndose el labio inferior con fuerza al ver que habían pasado exactamente tres horas y no tenían noticias de Naruto, por lo que volvió a suspirar, desordenándose aún más el cabello.

—Cariño —la suave voz de Mikoto lo sacó de sus pensamientos, girando sobre su propio eje para contemplar el rostro de su madre—. Entiendo que estés preocupado, pero no ganaras nada desesperándote, solo hay que confiar en que Naru-chan va a estar bien y muy pronto van a tener a su hijo en brazos.

—Tengo miedo —confesó en un susurró.

Mikoto solo pudo apretar los labios, envolviendo a Sasuke en un reconfortante abrazo, consciente de que era incapaz de hacer algo más por su niño. Ahora todo dependía de Orochimaru y los médicos que estaban con él. Era un hecho que no sabía absolutamente nada de medicina, pero el ver el rostro serio de los propios doctores y enfermeras cuando se llevaron al doncel logró alterarla.

Naruto acababa de cumplir los siete meses de embarazo y por lo que había escuchado, el bebé estaba bien, un poco bajo de peso, pero nada que pusiera en riesgo su salud, el problema era la madre, pese a todo, Naruto estuvo las últimas semanas conectado a un respirador artificial y a una máquina que monitoreaba su ritmo cardiaco y el del bebé, sin embargo, había llegado a su límite.

Su pequeño cuerpo era incapaz de seguir soportando el embarazo, por lo que se decidió adelantar la cesaría, comenzando a rogar para que todo saliera bien, puesto que era muy conocido que, en la mayoría de los casos, solo el bebé sobrevivía, aunque tampoco era muy seguro, mucho menos conociendo la situación por la que tuvo que pasar aquel pequeño doncel.

Nadie se atrevía a decirlo, pero era muy probable que Naruto no sobreviviera, ya había soportado un par de meses atrás una operación riesgosa y su cuerpo aún no se recuperaba, pero tampoco estaba en condiciones de tener un parto normal, de ser así ni Naruto ni Menma tendrían alguna oportunidad, por lo que básicamente se estaban jugando todo.

Y una hora después, salió Orochimaru con un rostro serió y los labios apretados, como si intentara contener la frustración que lo estaba invadiendo en esos momentos, aun así se obligó a inhalar, exhalar y mostrar un rostro tranquilo para intentar relajar el tenso ambiente que se había formado a su alrededor, viendo como Minato frotaba insistentemente sus manos y Sasuke parecía a punto de sufrir un ataque de nervios.

—Orochimaru —murmuró Minato en un hilo de voz, acercándose junto a Sasuke—. ¿Cómo está mi niño… y el pequeño Menma?

—Minato, Sasuke… el pequeño Menma está un poco delicado, sabíamos que esto podía pasar, así que lo tendremos en observación, ya que las primeras horas son cruciales…

—¿Pero él…? —Sasuke no pudo completar la pregunta, sin embargo, Orochimaru no necesito oír más.

—Solo nos queda esperar.

—¿Y mi Naru? —cuestionó esta vez con la voz temblorosa.

El silenció pareció eterno. Minato observó con horror a Orochimaru y Sasuke sintió que sus piernas estuvieron a punto de fallarle, tal vez todos estaban dando por hecho que el peor escenario se había desarrollado, pero ver aquella mirada frustrada en el medico, sus puños apretados y la clara disculpa que no podía transmitir fue más que suficiente para que Sasuke sintiera su mundo derrumbarse.
—Naruto-kun sufrió un infarto a mitad de la cesara, casi los perdimos a ambos…