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Lunes 29 de Octubre de 2018

7:00 a.m.

Querida ansiedad:

Puede que ayer ganases la batalla.

Puede que ayer te hicieras más fuerte que yo y me derrotaras.

Puede que ayer las ganas de vivir desaparecieran y tú estuvieras allí observando como de derrumbaba.

Pero no fuiste tú.

La depresión te quitó ayer el puesto.

La depresión te ganó a ti, ayer.

Querida ansiedad,

tu mejor aliada se volvió en contra tuya y ganó por ti.

Tu mejor aliada ya no es ella, si no yo.

Puede que creas que has ganado.

Puede que creas que has vencido.

Te juré la guerra y pienso llegar al final.

Querida ansiedad,

Esto no ha acabado.

17:03 p.m.

Querida ansiedad:

Tu efecto sobre mi desaparece.

Hoy me he mirado al espejo y he visto la realidad.

Llevo mucho tiempo viendo aquello que quieres que vea. Pensado aquello que quieres que piense.

Hoy me he mirado al espejo y he visto que no soy como quieres que me vea, he visto que soy diferente. Que soy preciosa.

No quieres que nadie intente ayudarme porque no quieres que gane.

Quieres estar en mi cabeza para siempre, y no pienso permitir eso.

Querida ansiedad,

Puede que estés en mi cabeza,

Puede que ayer ganases la batalla,

Puede que consigas que a veces no vea la realidad y vea aquello que TÚ quieres.

Déjame decirte que hoy me veo mejor que nunca.

Déjame decirte que hoy la batalla la gano yo.

Cartas a la ansiedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora