Esa noche había sido arrastrado a una de esas sudorosas fiestas repletas de adolescentes. Era el cumpleaños de una chica amiga de Brendon y ahí estaba yo junto a él.
-Vamos, Tyler- Dijo Brendon arrastrándome hacia la sala llena de chicos y chicas en dudosa sobriedad.
Algunos estaban semi-teniendo sexo sobre un sofá rojo mientras que otros movían su cuerpo en la pista de baile.
-Brendon, basta, voy a terminar con sífilis por tu culpa- dije forcejeando
-Solo es el juego de la botella, niño dramático- dijo este bufando.
-Déjame ir al baño, luego voy contigo-
-Bien, pero no tardes- Brendon se perdió entre la gente.
La fiesta olía a sudor mezclado con vodka, yo me encamine por los pasillos de la planta buscando un baño para mojar mi cabeza y quitarme ese olor del cuerpo. Mientras caminaba por las escaleras sentí una mirada en mi espalda. Al girarme vi a un chico alto. Tenía puesto un enterizo de cuero negro y sus brazos al descubierto, no pude ver si traía puesta playera gracias a la oscuridad, pude notar su cabello color rojo intenso y su perfecta sonrisa clavada en mi cuerpo.
¿Está mirándome? ¿Qué mierda con este tipo?
Era guapo, a pesar de la poca luz eso se veía con toda la claridad ese detalle. Sentí mi cara calentarse al darme cuenta que también lo estaba mirando como él lo hacía conmigo.
Él comenzó a avanzar hacia donde yo estaba, estaba cerca de mí, con esa sonrisa socarrona irradiando egocentrismo.
- Soy Josh Dun, acuérdate del nombre del chico que te dará el mejor orgasmo de tu vida esta noche- Dijo eso cerca de mi cuello, haciendo que toda mi piel se erizara. Este dejo un beso en mi mejilla y se fue dejándome petrificado.
"A la mierda con el baño, debo encontrar a Brendon e irme lo más rápido posible"
Baje los peldaños quedando en la planta baja, me encamine hacia la sala.
Brendon estaba sentado en el suelo en ronda con un montón de gente alrededor, me vio entrar y tomo mi mano obligándome a sentarme.
-Tyjo, creí que comenzaríamos sin ti- dijo –Debby, ya podemos comenzar-
Una chica pelirroja me sonrió con amabilidad, yo también lo hice.
-Debemos esperar a Josh, no tarda en llegar- dijo la pelirroja con una voz chillona.
¿Josh? Ese Josh.
Su nombre hizo que mi corazón comenzara a latir, mi cuerpo se tensó inmediatamente.
Una mano me tendió un vaso lleno, lo bebí. Una parte de mi realmente necesitaba ese trago. Entonces la pelirroja chillo
-¡Josh!-
Mis ojos giraron y vieron al chico alto. Podía ver su cara, con sus marcadas facciones y ojos asiáticos. No sé si fue aquel trago o que me transporte al infierno pero mi cuerpo estaba ardiendo, rogando porque aquel chico cumpliera lo que había prometido. Se sentó justo frente a mí, dándome una vista de toda su cara y su hermosa sonrisa.
Me guiño un ojo, instantáneamente la sangre subió acumulándose en mis mejillas.
Baje la mirada aunque aún sentía sus ojos sobre mí, como quitaba cada pieza de mi ropa solo con su mirada. Debby giro la botella, parando sobre una chica de pelo azul.
-Ash- hablo Debby – ¿Verdad o reto?-
-Dame un reto, bonita- contesto la peliazul.
-Te reto a que hagas que Mel se moje-
