Lo siento

650 80 4
                                    

Camine hasta la puerta mientras Tae se quedaba atrás. Cuando llegue le vi, al verme sonrió y me abrazo, no lo podía creer.

—No puedo creer que estés aquí.

Él me abrazo mas fuerte y cuando nos separamos miro detrás de mi durante unos segundos.

—He venido a hablar contigo, con vosotros.

Yo asentí y me puse al lado de Jin, sabía que tenía que hablar con Tae primero.

Hobi se acerco a Tae hasta quedar frente a él, y habló.

—Lo siento.

Tae no respondía y Hobi tomo eso como una oportunidad para seguir hablando.

—Lo siento por haberme ido cuando todo lo que tenía que hacer era quedarme.

Tae abrió la boca y la volvió a cerrar, incapaz de decir nada.

—Entiendo que no quieras hablar conmigo, pero necesito que me escuches, he vuelto para pedirte otra oportunidad.

Y Tae reaccionó.

—No puedo darte otra oportunidad.

Hobi abrió la boca para interrumpirle pero Tae levantó la mano y no le dejo hablar.

—Yo ya no te quiero Hobi, tengo novio y me va muy bien con él.

Después de eso la habitación quedo en silencio, y Hobi agachó la cabeza.

Tae se fue a su habitación dejando a Hobi en mitad del salón. Cayó de rodillas al suelo y yo me acerque corriendo a levantarle.
Notaba como temblaba, imaginé que era por el llanto ya que dentro del apartamento no hacía frío.

—Ven, vamos a dar una vuelta.

Cuando conseguí levantarle del suelo volví a abrazarle.

—Jin te prometo que hoy cenare con vosotros, pero ahora me voy con Hobi.

Jin asintió, Hobi y yo salimos del apartamento en completo silencio.

—Le quiero.

Fue lo primero que dijo cuando llegamos al ascensor, y me hizo suspirar.

—Lo sé.

—¿Alguna vez te has sentido perdido? Me siento perdido hasta que vuelvo a ver sus ojos.

Sabía a lo que se refería, me había sentido perdido durante mucho tiempo.

Salimos del ascensor y volvimos al silencio, no sabía cómo responder, cuando abandonamos el edificio y el frío nos golpeo deje de caminar y él se detuvo a mi lado.

—Jungkook ha vuelto.

Hobi se paso la mano por la cara para quitar sus lágrimas y sonrió.

—Lo sé —Comenzó a andar.— Es él quien me ha llevado a casa de Tae.

Comencé a andar para alcanzarle y cogí su mano, antes siempre andábamos así.

—¿Como que él te ha llevado?

¿Dónde está?

—Sí, yo fui él que le dije que te casabas, esperó que no te moleste.

Deje de caminar y Hobi suspiro mientras tiraba de mi para obligarme a moverme.

—Me encontré con ellos, y Jungkook me preguntó por ti, les conté que ibas a casarte, no sabía que querría venir.

—¿Ellos?

Hobi me miro extrañado.

—¿No lo sabías?

—¿Saber qué?

Hobi abrió los ojos y su mano tembló un poco.

—Nada, nada, son cosas sin importancia no te preocupes.

En ese momento recibí una llamada, era Jungkook, colgué.

—¿No vas a cogerlo?

—No es importante.

Seguimos caminando y paramos en una pizzería, tenía hambre.

Mientras comíamos Hobi me contó todo lo que había hecho en este tiempo que no nos habíamos visto. Trabajaba dando clases de baile y decía que le iba bien hasta ahora. Me contó detalladamente porqué se había ido, y se disculpó unas mil veces por no haberme llamado. Cuando por fin salió el tema.

—¿De verdad tiene novio?

Suspire.

— No deberías preguntarme eso a mí.

Él asintió y siguió comiendo.

**********************************

Después de pasar él día con Hobi me estaba llevando al apartamento de los chicos, Yoongi me había llamado y ya estaba allí.

Íbamos a cruzar la esquina cuando choque con alguien, al levantar la mirada para quejarme vi que era Tae.

Noté como Hobi se alejó un poco.

—Menos mal que te encuentro.

-—¿Que pasa?

Él me miro y parecía que había visto un fantasma.

Me despedí de Hobi y le hice prometerme que me llamaría.

Empecé a caminar con Tae y subimos al apartamento.

—Iba a buscarte para avisarte.

—¿Avisarme de que?

Tae no respondió y abrió la puerta.

Entre y vi a Yoongi, me estaba sonriendo y yo le devolví el gesto, y fue entonces cuando lo vi. Sentado al lado de mi marido estaba el chico por el que Tae iba a avisarme.

Después de Jungkook | Kookmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora