No te vayas

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Nos sentamos en una mesa de una pizzería. Bendita pizza.

—¿Porque siempre comemos pizza?

Jungkook me miró antes de responder.

—Porque tú amas la pizza.

Mire a mis pies y note un rubor que subía hasta mis mejillas, todo con él se sentía especial.

Especial y prohibido.

Sentí como entrelazaban su mano con la mía, al mirar era Jungkook, aparte la mano casi de inmediato.

Vi su mirada confusa, hace un momento íbamos a besarnos y ahora yo no le daba la mano.

Trajeron la pizza y todos empezamos a comer en silencio.

—Hobi tengo que enseñarte un vídeo.

Nam saco su móvil y le pasó un auricular a Hobi para poder ver mejor el vídeo.

Sentí una mano en mi rodilla y note como subía. Era Jungkook.

—Para.

Susurre tan bajo que dude que me hubiera escuchado.

—¿O si no qué?

Su mano siguió subiendo y cuando estaba a punto de tocar mi miembro volvió a bajar, solté el aire que no me había dado cuenta estaba reteniendo.

—Jungkook porfavor.

Mi voz era un susurro, Jungkook empezó a arañarme suavemente mientras subía más la mano. Hasta que paro, y tuve que retener un gemido. Jungkook estaba tocándome en una pizzería, delante de Hobi y Nam, delante de unas 30 personas más, en un parque de atracciones.

—¿Jimin te encuentras bien?

Hobi me estaba mirando preocupado.

—¿Mmm?

—Tu respiración, está agitada.

Jungkook sonrió y Hobi abrio ampliamente los ojos.

—No entiendo nada.

Todos miramos a Nam y Hobi empezó a reír.

—Vamonos ya.

Jungkook quito la mano y se levantó, se fue sin mirar atrás, él nunca miraba atrás, y yo siempre veía como se iba.

Salimos de la pizzería y caminamos hasta la salida del parque de atracciones, Jungkook nos estaba esperando apoyado en su coche, y recordé cuando fuimos a cenar, las estrellas, la luna, él y yo.

O lo que quedaba de nosotros.

Subí a su coche y me senté de copiloto, Jungkook quiso cerrar la puerta pero yo me adelante, no podía dejar que fuera bueno conmigo y al momento no. No podía estar con él de esta manera.

Ni de ninguna otra. Me recordó mí subconsciente.

—¿Donde vamos ahora?

Mire atrás.

Me encogí de hombros y Hobi suspiró, necesitaba hablar con él, necesitaba pensar, necesitaba relajarme, necesitaba aire. Baje la ventanilla y Jungkook me miró.

—¿Te estás mareando?

Cerré los ojos y negué con la cabeza, me quite el cinturón y me incliné sacando la cabeza por la ventanilla, no podía respirar. Jungkook aceleró.

—Dime cuando quieras y paro.

Jungkook empezó a acelerar para que yo pudiera respirar mejor, ¿Porque tenía que ser así? ¿Porque me conocía tanto?

Después de Jungkook | Kookmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora