Metronomo

Kris miró de nuevo los papeles que se mostraban frente a él. Había recibido un informe que no le gustaba mucho. Tenía un negocio entre manos que le estaba dando dolor de cabeza y su hermano no lo estaba ayudando en absoluto. Se pasó las manos por su pelo castaño y bufó, llamando la atención de su mano derecha, que enseguida se puso rígido puesto que ya conocía esa mirada en su jefe.

Dio un golpe en la mesa y se levanto dirección a la habitación continua a la suya, de donde salían sonidos obscenos que lo estaban enervando.

-¡Wu Jongin! –gritó al entrar en la habitación, donde su querido hermano estaba sentado en una silla mientras observaba mientras se mordía el labio la escena que había ante él. Su nuevo juguete estaña sobre una mesa retorciéndose de placer. Seguramente por alguna droga que le habría dado su hermano.

Este, levantó la vista para mostrarle esa sonrisa torcida a su hermano y se levantó de su asiento tapando con su chaqueta al chico que tenía sobre la mesa temblando y jadeando con los ojos vendados y su pelo negro pegado a la frente a causa del sudor.

-¿Qué quieres Kris? –le dijo llegando a su lado evitando que su hermano mirase siquiera a su juguete.

-Te tengo dicho que no hagas esto en horas de trabajo –se frotó las sienes –ya tengo suficiente con que la zorra de Huang haya desaparecido para tener que escucharte follando con tus putas.

Jongin alzo una ceja y miró a su precioso bebe.

-Kyungsoo no es una puta, no le pago –Kris no pudo evitar sonreír ante la ironía y Jongin le quitó los papeles de las manos mirándolo con curiosidad –¿Huang no era esa chica que te debía dinero?

Kris bufó y asintió:

-La muy zorra ha desaparecido sin dejar rastro y aun tengo que cobrarme todo lo que me debe.

Jongin sonrió y le dio con los documentos en la cabeza a su hermano mayor.

-Haz como yo –le dijo y miró al chico que aun jadeaba en sobre la mesa, retorciéndose y arqueando la espalda, cosa que le encantaba ver -, busca a su familiar más cercano y que te lo pague él.

Kris alzó una ceja y le sonrió a su hermano.

-¿Cuál creías que era mi plan?

-¡Zitao!

La voz de su mejor amigo lo sacó de sus ensoñaciones. El joven chino se dio la vuelta y sonrió a su pequeño amigo que venía corriendo, con el pelo negro pegado a su frente, se apoyó en el banco donde estaba sentado el más alto de los dos y aun jadeando a causa de la carrera que acababa de dar comenzó a hablar:

-La profesora de ciencias…

-Baekhyun respira y luego habla –dijo tao con una sonrisa acariciando su pelo húmedo y haciéndole hueco para que se sentara junto a él.

-¡Uf! –Baekhyun dio una fuerte bocanada de aire y le devolvió la sonrisa mientras se secaba el sudor con el filo de su camisa –Te he buscado por toda la facultad ¿sabes?

-¿Y porque no me has llamado? –dijo Zitao alzando en alto el Iphone que había entre sus manos. Baekhyun le lanzó una mirada acusadora.

-La profesora de ciencias te quiere ver en su despacho ya.

Zitao lo miró con una ceja alzada.

-¿Ciencias? –Dijo extrañado –Pero si yo soy de artes, ¿Por qué me quiere ver una profesora de ciencias? No iré.

Baekhyun lo miró indignado y le dio un empujón en el hombro casi tirándolo del banco donde estaban sentados.

-¡No he corrido por toda la facultad para nada! La señorita Kim me ha dicho que te llevara y vas a ir.