Recuerdo

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Corren los primeros días del año, se puede sentir como la temporada navideña se despide poco a poco, he quedado de encontrarme con dos de mis mejores amigos en un café para charlar un rato, uno de ellos me ha dicho que tiene algo que comentarme

Llegó al cálido lugar y allí están mis dos amigos Francisco el cual es mi mejor amigo y Pedro un amigo que me ha dado la vida el cual es bastante cariñoso conmigo, los quiero demasiado

-Hola hola- saludo al par de colegas

-¿Cómo estás mi príncipe?- responde el moreno

-Tanto tiempo sin verte- me saluda Pedro

-He estado muy bien últimamente- digo tratando de responder a las dos preguntas -Ya saben, con el tema de que recién salí de la casa de mi papa- digo mientras me acomodo a la silla

-Tenemos que organizar una pijamada muy pronto- dice el moreno

-¿Qué van a querer de tomar?- pregunta Pedro mientras abre sus ojos azules y se levanta de la silla

-Lo que sea, por mí está bien- digo mientras lo miró con amabilidad

-Lo mismo que pidió Williams- responde Francisco mientras suelta una carcajada

Vemos como el ojiazul de Pedro va hacia las filas del mostrador

-¿Que querrá contarnos Pedro?- pregunta mi mejor amigo

-No lo sé, tal vez tenga un nuevo amor, siempre es agradable verlo- digo mientras levanto los  hombros

Llega con tres cafés tamaño grande con sabor a avellanas y unas ricas galletas de avena con chispas de chocolate

-Como ya sabrán- dice el ojiazul -Muy pronto el millonario más guapo de toda la ciudad cumplirá años y ha organizado una celebración bastante lujosa en su residencia- se aclara la garganta -El castillo Falconette, ¿Adivinen quien tiene tres pases para el gran evento?- termina de hablar con una gesto de vanidad

-Eres una hermosa rata- dice el moreno -Toda mi vida he deseado conocer a Pablo, ¿Cómo habéis conseguido los pases?- continua mientras deja ver una expresión de felicidad

-¿Soy el único que no sabe de qué están ustedes hablando?- digo con un gesto de confusión

-¿No conoces al millonario Falconette?- dicen mis amigos al unisono

-Claro que lo conozco, ¿Quién no lo conoce? Todo el mundo habla de el- replicó -Pero, no creo que sea para tanto- digo mientras le doy una probada a mi café

-¿¡Qué no es para tanto!?- pone cara de confundido el ojiazul -¿Tu has visto lo guapo que está?- con cara de enojado

-Dejalo Pedro, el tiene que ir, de hecho, los tres iremos- réplica el moreno

Yo comienzo a mirar por la ventana y a pensar en lo rico que está el café mientras mis amigos discuten sobre que ropa usarán, lo guapo que está ese gran millonario, hasta fantasean sobre quién de los dos lo va a conquistar primero, he podido al fin cambiarles el tema y así transcurre el resto de la tarde hasta que puedo irme a mi casa a descansar un poco

Días después

En la puerta de mi casa están mis amigos, esperando a que les abra, hoy es el gran evento en el castillo, me he puesto un traje negro, que cubre a una camisa blanca, unos zapatos rojos, corbata roja y correa en juego, tengo también mi reloj rojo, abro la puerta y frente a mi veo dos hombres completamente guapos, el moreno se ha puesto un traje negro bastante ajustado, que le queda de maravilla y el rubio a su lado decidió un traje azul marino que hace resaltar sus ojos

EL MAL QUERERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora