Prólogo; El Tormento

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      Sucia.

      Estaba realmente sucia.

      ¿Qué más podía ella pedir si trabaja como esclava limpiando? Se encontraba en lo que antes era el colegio de Hogwarts y ya no era más que... un antro de mala caña. Ahora se encontraba en las mazmorras, fregando con las pocas fuerzas que tenía los pisos. A algunos metros de ella se encontraban los Malfoy, los Parkinson, los Greengrass, los Nott, los Zabini, los Crabbe y los Goyle. Que repugnancia me dan. Reían, tomaban y comían, algunas veces hacían por gusto que los pisos se llenarán de migas y se ensuciaran sólo por molestarle. Terminó de limpiar rápido, se levantó y se encaminó a una pequeña cocina que se había instalado. El frío le empezaba a calar los huesos, por los trapos que portaban, lo que antes era una camiseta se convirtió en un peto que rozaba la orilla de su ombligo y los que antes fueron bermudas ahora eran unos short un palmo más corto a la mitad del muslo, pero no le importaba, ya que por lo menos no tenía que llevar falda como las mal afortunadas de las mestizas que fueron descubiertas ayudando a Sangre Sucias, ahora su precio a pagar era ser concubinas de los mortifagos mas prominentes y del mismísimo Lord Voldemort.

      Solo un poco más, pensaba, solo un poco, debo esperar a la señal.

       Tomo los paños con los que limpiaba y los tiró contra el balde de agua. Tener que soportar a inveciles como los que se reían ahora mismo la podían.

      Más personas venían llegando. Traidores al lado de la luz. Traidores del lado de Harry Potter.

      Los Weasley tenían unos de los mejores puestos entre las familias sangre pura que estaban en el círculo de confianza de Voldemort por el puro hecho de haberle entregado al Elegido prácticamente en bandeja.

      Las únicas personas que de verdad valían la pena entre toda esa mierda eran los Anónimos de Sangre quiénes formaban la Sociedad de la Sangre.

       Mortifagos de Élite que en forma secreta ayudan a los esclavos. Comida, ropa, detalles mínimos que no fueran muy notables para los demás pero indispensables para ellos.

      Socarronas carcajadas casi le reventaban los tímpanos a Hermione. Socarronas carcajadas de parte de Lucius Malfoy, Theodore Nott padre, Rogert Parkinson, Drilius Greengrass,  Connel Crabbe, Gehios Goyle y Arthur Weasley.

- ¡Rata! Ven aquí.

      Desde que los Malfoy lograron adquirir a Hermione Granger la sobre explotaban para todo, incluso tenían la "amabilidad" de darle un propio apodo.

- ¿Si, Señor Malfoy?

- Trae el mejor whisky de Fuego que allá, Ratita.

      Su malicia era palpable en cada palabra y más que en la última de ellas, al parecer quiso hacerse de notar ante todos su poderío ante Granger.  Tomo su bastón y cuando la anterior nombrada se dio la vuelta le pego un bastonaso en el culo. La chica dio un pequeño pero notable respingo, carcajadas reinaban pero no todos reían, solo sonreían con diversión.  Narcissa y Draco Malfoy tenían motivos para no burlarse, la primera era que la matriarca de los Malfoy era de la Sociedad de la Sangre, y la segunda era que el descendiente de la dinastía Malfoy pensaba que ni ella tenía porque sufrir tales humillaciones. Nunca pensó que el sufrimiento de personas que creía inferiores le llegaría a cansar. Molly Weasley nunca abandonó la orden en voluntad, pero el miedo hacía retroceder incluso hasta al más valiente cuando se tiene que proteger a alguien preciado. No todos los Weasley masculinos eran de las fuerzas oscuras, Bill, Fred y George preferían ir entre las sombras ayudando a Sociedad. Theodore Nott y Blaise Zabini no reían porque tenían en claro las repercusiones que tendrían en el futuro.

      Hermione avanzó hasta la cocina y tomó el Whisky, lo sirvió.  Tras pregunta si deseaba algo más se retiró de las mazmorras bajo la atenta mirada de Ronald Weasley y se fue a lo más profundo del castillo donde ahora dormía junto a los demás desafortunados sangre sucia y mestizos que tenían que ser esclavos.

       Pero el tormento del mal pasaría a manos ajenas a ese mundo cuando apenas comenzaban ellos a gustar de él.








      Hola espero q les guste ya q cuando subi la sinopsis no había muchas personas interesadas.
      Gracias a los  que leen.
                              Saludos, Fernanda.

La verdad de los sangre suciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora