Capitulo 3; parte 2

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Aquellos que nacieron para luchar


Abre la puerta hasta el fondo.

Todo, por supuesto, esta en la total oscuridad para variar.

No espera ver al imbecil dormido, por lo que no es sorpresa verlo sentado mirando por una ventana.

La luz de la luna llena es lo unico que ilumina el cuarto.

Frente a la ventana el terrorífico hombre esta sentado y observa lo poco que se puede apreciar del castillo y el reflejo de las llamas que van en aumento con Nagini enroscada en su cuerpo y en el asiento.

- Veo...

No tiene tiempo de hablar antes de que un rayo sale disparado de mi mano.

Tanto la serpiente como Riddle se retuercen en el suelo. Hermione espera pacientemente a que el efecto pasé. Mientras se dedica a inspeccionar el cuarto manda lejos los objetos (literalmente) malditos. Deshace los hechizos protectores de la habitación, asegurándose de que nada se le escape. Asegura de que no quede ni el último de sus recursos.

Nota que las convulsiones ya no son mas que unos cuantos espasmos y decide acercarse al fin.

- No sabes cuanto tiempo he esperado esto.

Ve algo en sus ojos que jamás pensó sería posible: confusión. Se daría cuenta que es una sola noche los sorpresas no se acabarían.

- ¿Creías ser invencible? Tu soberbia es tu fin.

Vuelve a dar una descarga eléctrica a la serpiente antes de enterrar en ella un colmillo de basilisco. Nagini salta en convulsiones por todo el cuarto antes de explotar y liberar la parte del alma de Tom.

Violento, se arremolina en una atroz imagen de humo negro que se abalanza sobre mí. En un acto de reflejo sube sus brazos para cubrir sus ojos, boca y nariz, ¿sé imaginan lo que pudiera pasar si algo de eso entrará en ella? Nada bueno resultaría, claramente.

Pasando el efecto, pestañea varias veces y mira en dirección al hombre que sigue en el suelo. Bien, donde lo dejé. Estornuda para alejar la sensación de picazón en sus fosas nasales y la tóxica sensación de envenenamiento que dejó de rastro. Nunca antes había dejado que un trozo de alma la alcanzará. Fue como oír tus peores pesadillas: tus miedos y tus errores. Lo que una vez se perdió. Desaliento y tentación. Un infierno abrasador.

Se recompone en instantes. Bajar la guardia jamás es buena idea con un mago tenebroso encerrado en la misma habitación que uno ni menos cuando este está furioso.

El desagradable rostro verduzco sigue lleno de confusión. Seguramente preguntándose porque tengo tal cosa como el colmillo de la mascota muerta de su antescesor. Que bien por nosotros que en el obstinado comportamiento y tendencia de las personas mágicas esta el olvidar las posibilidades alternas a ésta. Que sellará la única entrada a la Cámara de los Secretos no significa que no se pudiera llegar a ella por otros medios. Pero ¿qué sentido tendría el explicarlo?

Dejo que recupere el aliento.

- ¿Unas últimas palabras?

Se mueve con movimientos herraticos. Trama algo, es claro. No puede evitar esperar para ver el qué.

- Cru...

Lo siguiente es un grito que le helaría la sangre a cualquiera.

El maleficio torturador. Tan predecible.

Mi espada brilla por la sangre roja. Ja, hasta se siente chistoso el hecho de que sea del mismo color. La varita todavía es sujetada por la mano mutilada. No es la varita de Sauco, para mi sorpresa. Debo buscarla. Parto en dos la otra con el pie y aparto la mano, si la sigo viendo me darán arcadas.

La verdad de los sangre suciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora