Capítulo 3; Parte 1

323 21 8
                                    

Aquellos que nacieron para luchar

La luna se alzaba gloriosa y brillante en el firmamento. ¿Era ella o particularmente esa noche se sentía cálida?

Se deslizaron lentamente por los pasillos. El viento y los árboles cantaban en harmonía. Cada mortifago patrullando cayó ante los poderes de sus compañeros. Las primeras gotas de carmesí tiñen la piedra mágica de Hogwarts.

Hermione levantó un brazo y un trueno resonó.

La alerta ya se dio, suspiró.

Ahora todo depende de cada uno.

Su misión era una y solo una: matar al señor Oscuro.

A su alrededor corrían otros 5 chicos más, todos destinados a acabar con un alto mando. Solo Malfoy tendría que esperar para ser liquidado. Mientras tanto algunos habían ido para retenerlo. Nadie podía tocarlo demasiado. Él era para ella.

En su camino colosales pinturas colgaban de las paredes, todas mostrando alguna escena de las "victorias" del Señor Tenebroso.

Todos nos separamos para ir en busca de nuestro objetivo, Kalica sin embargo se quedó conmigo, ella debía ayudar primero a que pasará por la antesala del hombre serpiente. Las puertas del antiguo comedor de Hogwarts tenían talladas los horrores del reinado de Voldemort. Calaveras, cadáveres, pobreza y sufrimiento como la base de su maravillosa jerarquía donde el estaba en la cima. La chica a mi lado se estremece al notar que los cadáveres en el tallado solo visten ropa muggle. 

- Hermione, yo pasaré primero para tranquilizar a las serpientes y mandarlas a los dormitorios comunes de los mortifagos torturadores. Una vez salga tú podrás pasar. No importa lo que oigas, no entres.

Secamente asintió. No dudaba de su palabra.

Por un par de minutos no escucho mas que susurros y siseos. Cuerpos arrastrándose que le hacían imaginar una escena grotesca. No era un secreto el hecho de que cualquiera que entrara ahí no vivía por un mañana.

- Listo.

Sin miramientos se adentro al salón seguida por el eco de risas pasadas y lamentos persistentes. 

***

Las mesas que alguna vez sirvieron para alimentar a miles de niños por generaciones fueron reemplazadas por un gran numero de elegante sillas individuales. Al final del salón, en vez de la mesa de profesores y el podio con el búho dorado en donde Dumblendore solía dar sus discursos un trono sacado de las mas oscuras pesadillas se alzaba. Hecho de calaveras, otros huesos, seda y hierro destaca por sobre todo. Las eternas cortinas que inician en algún lugar del techo y recaen en el suelo. Miles de fantasmas en pena completaban el cuadro flotando por lo alto. 

Lo común es que cientos de serpientes cubrieran el suelo de tal manera que no pudiera verse, apartándose del paso de quién ingresa por orden de su amo. Siempre y cuando fueras solicitado. A Tom Riddle le gusta demasiado su privacidad.

Aparto su vista del trono para fijarla en una insignificante puerta, una por la cual alguna vez pasó su amigo Harry en su cuarto año al ser seleccionado para el Torneo de Los Tres Magos.

Harry.

Abrió con cuidado de no ser ruidosa. El interior de aquel cuarto no variaba mucho en decoración al igual que los otros. Pinturas en alusión de los ocho horrocruxes era lo único que destacaba en la oscuridad.

Supo en donde estaba su mejor amigo al ver la suya. Delgado, con el cabello largo, su cuerpo cubierto de cicatrices, sangre y suciedad, encadenado.

Al acercar la mano al lienzo con una ligera presión esta la traspasó.

- Espere tanto tiempo para esto.

Su amigo, ante su voz, levanto levemente la cabeza. ¿De dónde podía sacar fuerza? Nunca lo había visto en una peor condición, ni siquiera cuando lo conoció en su primer año.

- ¿Otra vez con esto? No lograras que caiga en la locura, no mas de lo que ya lo estoy. Esa visón es otro de tus engaños, Riddle. No lo haré, no te creeré. 

Corrió hasta él y tomo su rostro entre sus manos.

- No, Harry. No soy una visón para tu tortura. Soy yo, Hermione. Estoy aquí para salvarte. Hoy se termina esta pesadilla.

Trata de encontrar sus ojos, pero este se niega a verla. No quiere ver su brillante rsotro. No desea que ese malnacido manche aun mas el recuerdo de su amiga. Ya la ha visto morir demasiadas veces.

Cuando por fin se encuentras no es nada de lo que imagina.

No queda inocencia ni juventud, tampoco vitalidad. Esta cansada, exhausta mejor dicho. Su cabello se ve pajoso y sucio. Las bolsas de un morado profundo se asemejan al azul. Es mayor, ¿Cuántos años han sido?

- Harry, estoy aquí y necesito que me escuches. No me arriesgare a perderte otra vez.

- Hermione.

- Si, así es.

Murmuro un alohomora para abrir los grilletes que rodean sus muñecas. Es sorprendente como aun estando tan delgado estas no se deslizaran simplemente. Estaban totalmente rodeadas de sangre seca y nueva que brotaba a cada segundo. Con delicadeza le aplico un poco de poción curativa y le hizo beber un poco mas. No demasiada para que no la devolviera. Benda todas las heridas posibles. 

- Escucha, Harry. Debo hacer algo en este momento. Quédate aquí.

Al levantarme siento un débil apretón que sube en intensidad. Hermione mira hacia abajo en guardia para ver la mano de Harry. Él se ve aterrado. 

- No te vayas, por favor. Es muy peligroso.

Le sonríe con cariño. Lentamente suelta su mano.

- No mas. Ya vuelvo.

Cierra la puerta y fija rumbo pasillo adentro. Ya no podía alargar el tiempo de reunión con Voldemort.

Por cada paso su respiración se volvía mas pesada. Su corazón late a un ritmo mas rápido. A una puerta de distancia esta el problema que la separa de la vida soñada que siempre anhelo, que merece. Hoy su vida retornaría a su rumbo original. Todo volverá a su lugar. No, algunas cosas cambiaran, deben hacerlo. Por los errores pasados que forjan los mejores y mas brillantes futuros. Muchas cosas cambiaran para mejor. Ella misma se encarga de que sea así. Primero tiene que matarlo, luego puede planear el ascenso de su sociedad y la reinstauración de la sociedad mágica. 

 Ya siente como sus manos son rodeadas por el poder. La rodea, la reconoce, surge de su interior. Le llevo mucho tiempo, mas del que le hubiera gustado, pero ya esta lista. Es el momento.

Va a matar a Tom Riddle y no existe nada en este mundo que lo impida.



***

¡Muy buenas tardes lectores!

Sé que es muy corto a comparación de los otros capitulos, pero prefiero subir algo ahora para que lean un poco que esperar a terminar por completo el capitulo. La segunda parte será mas larga, lo prometo.

Hasta entonces espero que les guste. Recuerden comentar y dar like, esta escritora se alimenta de ellos. 😁❤

¡Nos leemos pronto!

Los aprecia, FeixYuz Fanfiction.



La verdad de los sangre suciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora