Llamaron al timbre del piso que la granadina compartía con Ricky y un par de segundos después abrieron la puerta.
-¡Chavales, chavales! - gritó Julia llamando la atención del resto de sus amigos. - ¡Que han llegado las marichochis!
Se escuchó un grito colectivo desde el interior del apartamento. Definitivamente la gaditana no era la única que había bebido más de lo que debía.
Las chicas entraron, cerrando la puerta tras ellas y observaron la escena. Alba y Natalia estaban en una esquina del sofá bastante acarameladas. Roi asustaba a Amaia cada vez que podía mientras esta bailaba con Aitana. Julia estaba tirada en el suelo haciendo como que era una sirena. Ricky, Agoney, María y África perreaban como si no hubiera un mañana. Marta estaba subida encima de la mesa cantando 'Somos' a pleno pulmón mientras Dave, Damion, Famous, Marilia y Sabela le hacían los coros, esta última bailando un poco extraño.
-Banana, ¿me recuerdas por qué razón somos amigas de esta gente?
-Ni yo lo sé... Aún estamos a tiempo de irnos...
Pero no, no lo estaban. Se dieron la vuelta dispuestas a salir por donde habían entrado cuando...
-¡Alto ahí putas del demonio! - Míriam, que estaba con Cepeda y Alfred hablando de a saber qué se acercó a ellas.
-Mierda, nos ha visto, ya no hay vuelta atrás.
-¿Se puede saber dónde vais? Vosotras os quedáis aquí. A ver si pensáis que a mí me hace ilusión quedarme con el cuadro de amigos que tenemos... - al parecer, la gallega era la única de la sala que no se había pasado con el alcohol, al menos no tanto como los demás.
-Cuadro ella. - rió la canaria señalando a Mimi.
-¿En serio, Ana? ¿De verdad? No se como puedes ser tan graciosa... - ironizó la mayor de las rubias.
-¡Pero si són las más guapas de todo Madrid! - dijo Ricky acercándose a ellas, dejando un beso en la mejilla de cada una.
-Ah, muchas gracias, amigo.
- Tú también, leona, tú también. - Besó la mejilla de Miriam. - Bueno, a ver, vosotras vais muy poco borrachas, ¿no? Anda venid...
Tras decir esto las arrastró a las dos a la cocina, donde tenían todas las botellas y ellas mismas se sirvieron.
Un par de horas después el panorama seguía igual, con la diferencia de que Ana y Mimi iban igual de ciegas que los demás y que habían trasladado la fiesta de casa de Ricky a una discoteca.
Allí, la mayoría del grupo se dedicaba a bailar en medio de la pista mientras que Cepeda, Damion, Alfred y Roi habían optado por quedarse en la barra. Junto a ellos, Ana y Miriam, que se habían acercado a pedir otra copa observaban divertidas como los demás seguían bailando. La verdad es que sus amigos eran mucho más divertidos bailando borrachos que cuando lo hacían de normal. Ninguno lograba coordinarse y hacían bastante el ridículo. Bueno, menos Mimi. Incluso borracha se movía con una elegancia y una sensualidad que estaban haciendo a Ana ponerse mala. No podía apartar los ojos de ella, de verdad que no podía -ni quería- dejar de mirar aquel espectáculo. Aunque, cuando el verde de su amiga se mezcló con su marrón y esta le guiñó un ojo se vio obligada a hacerlo, bajando la cabeza totalmente avergonzada.
Se giró hacia Miriam y habló con ella durante el rato en el que tardaban en atenderlas y servirles lo que habían pedido. Pero, cuando volvió a mirar a su rubia favorita la encontró con alguien que no esperaba ver.
-¿Se puede saber qué hace esa aquí? - preguntó a Míriam mirando como Patri bailaba muy pegada a Mimi
-Ana tía, es su amiga, la habrá invitado. - dijo Míriam. - Además, ya sabes el tonteo que se llevan...
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Luces de Navidad
RomanceAna y Mimi han sido mejores amigas desde que Ana llegó a Madrid junto a su novio para perseguir su sueño y el destino la hizo cruzarse con Mimi, una de las camareras del bar en la que empezó a trabajar. Ahora es Navidad, la época favorita de Ana, ha...