La última balada de Ariadna



Tal vez solo nací para conocerte un rato,

para verte apagar tu vela

escuchar el fin de tu cantar;

cierra el telón dejando solitario al recuerdo


Me quedan de ti sólo las lúcidas memorias,

entre dos niños inocentes

que creían saber que era amar;

que entre suspiros quieren escapar como versos


Ahora te veo solamente como un ángel,

con alas de ensueño entre las nubes

doradas donde podrás dormir;

vuela libre en esta letra, te libero de mí


Tal vez nací para conocerte un rato,

tal vez, tal vez

pudimos vivir juntos por siempre...

No, nunca estuvo escrito así.


Cuando escriba con los ojos cerrados veré poesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora