Capítulo 3

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Regresaba del trabajo, decir que había sido un buen día seria una completa exageración, se quitó los zapatos altos y se dirigió a la cocina, tenia hambre, así que revisaba la alacena y el refrigerador para prepararse algo para cenar, tomó el sándwich que había hecho junto a una botella de agua, aquel lugar parecía desierto y cuando se encontraba sola se sentía indefensa, luego de comer camino hasta la habitación, notó que sobre su tocador había una bella rosa roja junto a una nota, tomo la flor delicadamente y se dejó embriagar por el aroma que aquella bella rosa desprendía y leyó la nota

"lamento haberme ido anoche, pero solo quiero que tengas el tiempo y espacio suficiente para pensar muy bien las cosas. Te amo" — Graham

Ella acercó la nota a su pecho, deseaba que en vez de aquel papel fuera su novio quien estuviera así de cerca, deseaba que él la tomará con sus fuertes brazos y la abrazara mientras le susurraba que todo estará bien, dejó de crear aquellas fantasías en su mente y procedió a tomar un baño, cuando salió de la tina se coloco su pijama, no podía dormir ya que la cama le parecía demasiado grande, el espacio donde el dormía estaba vacío, tomo la almohada que pertenecía a él, aun mantenía su fragancia, imaginó que era Graham mientras la abrazaba y logró quedarse dormida

Día siguiente

Camino hasta su trabajo, agradecía que el museo estuviera cerca, así no tenia que conducir su auto y estresarse por el tráfico que siempre había a esas horas de la mañana, ingresó al edificio, Ingrid su jefa ya estaba ahí y ambas se brindaron los buenos días, estuvieron hablando sobre las actividades de ese día, el teléfono de Regina sonó y era un mensaje de texto de parte de Zelena preguntándole si podían verse a la hora del almuerzo para charlar, ella aceptó y habían acordado verse en una pequeño restaurante que había cerca del trabajo de la morena, la mañana paso con normalidad, a la hora del almuerzo Regina salió del museo y caminó hasta el restaurante, su hermana ya se encontraba ahí, no era difícil pasar desapercibida con aquella brillante cabellera roja, se acercó a la mesa y tomó asiento, un mesero les entregó el menú y les aseguró que regresaría en unos minutos para tomar sus ordenes

—Gracias por acceder a que almorzáramos juntas— dijo Zelena

—Ambas sabemos porque nos reunimos, no tienes que tratar de ser amable— declaró ella mientras revisaba el menú

—Quería saber si tenias tiempo y pudiéramos hacer algunas visitas al doctor, él podría explicarte todo el procedimiento— comentó la mayor

—Mañana es mi día libre así que podríamos ir— sugirió ella

Él mesero se acercó y una vez que anotó la orden de cada una se retiró nuevamente

—Podriamos encontrarnos en el consultorio si quieres— dijo Zelena mientras tomaba de su copa de vino

—Me parece bien, puedes enviarme la dirección por mensaje— respondió la morena

La comida llegó y ambas procedieron a disfrutar de los platillos que habían ordenado, intercambiaron muy pocas palabras, parecían dos desconocidas sentadas en aquella mesa

Regina regresó a su trabajo, la charla que había mantenido con su hermana la tenía bastante pensativa

—¿Regina ocurre algo?— preguntó Ingrid

Regina negó

—¿Enserio?— preguntó nuevamente su jefa, esta tenía fama de "mala", algunos inclusive la llamaban la reina de hielo, pero realmente Ingrid era una buena amiga y desde que Regina regresó del almuerzo la había notado extraña, estaba preocupada de que algo malo hubiera ocurrido

—Es solo que tuve un almuerzo con mi hermana y me dejó pensado en algunas cosas— comentó ella tratando de explicarle a su amiga lo que ocurría

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