La mudanza

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Narra Emily

-Así que... Ya lo sabes.-Confundida, me acerqué a la nevera para coger algo para desayunar.

-Sí... Lo se todo, y... Te apoyo en lo de irte a vivir a San Fernando. Allí serás muy feliz con tu madre y tu sobrino.

-Bueno... Lo que me dijiste ayer, me dolió muchísimo. Pero se que yo tampoco hice las cosas bien. Lo siento, eres mi mejor amigo. No te enfades mucho conmigo... Matthew no...

-Calla. No hables de ese imbécil. No se como pudiste salir con él durante tanto tiempo.

-Bueno... él cambió demasiado. Antes no era así, Alex. Él era cariñoso, atento y sincero. Tú bien lo sabes.

-Oye... ¿cuándo te irías? Digo... Si al final lo hicieses.


-No sé... Lo antes posible, y sin decirle nada a Matthew. Aunque creo que le dejaré alguna carta, así también me despido de un amigo. Pero antes de nada, tengo que hablar con mi madre. Voy a llamarla.-Cogí mi IPhone rosa y salí hacia el jardín de la casa.


                                                                         Llamada


-¿Sí?

-Hola mamá, ¿cómo estás?


-¡Cariño! Pues muy bien, justo iba a llamarte. Tengo que contarte una cosa que vas a aluci...


-Mamá, estoy teniendo muchos problemas con Matthew, ¿puedo vivir contigo? Al menos... Un tiempecito.-La corté.


-Oh, pero, ¿Qué os ha pasado? ¿No hay solución? Deberíais arreglarlo, hacéis una pareja preciosa.


-No, mamá. No hay solución. Y, sobre lo que nos ha pasado... Ya te lo contaré en persona. Podré.. ¿podré vivir contigo?

-Oh, claro que sí, cielo. Tus hermanos te extrañan mucho.-Soy la menor de cinco hermanos. Conmigo somos seis. Mis hermanos... Esos chicos tan sobreprotectores. Les echo demasiado de menos. Sus nombres son Chris (22 años, padre de Erick) Nick (20 años, gemelo de Andrew) Cody (24) Jackson (19, el segundo más pequeño) Andrew (20 años, gemelo de Nick)


-¿Como están? Yo... Espero que no me tengan rencor por no haberles hablado. Intentaré hablar por lo menos con Chris.


-Cariño, no te tienen rencor. Ellos te quieren. Sólo se preocupan por ti.  Todos los días me preguntan por ti. Por como estás... En fin.


-Iré lo más pronto posible, seguramente la semana que viene.

-¡Erick!¡Que viene la tita!-Sonreí. Ese pequeñajo... También le extraño.-Oye, mamá. ¿El 1 de Diciembre no es el cumpleaños número 23 de Chris?


-¡Sí! ¿Estarás aquí, no?

-Sí, pero... No les digas a mis hermanos que voy. Organiza una fiesta en tu casa, y no les dejes salir hasta que llegue. Pero que no haya nadie más, solo tú, Chris, Nick, Cody, Jackson, Andrew, Erick y yo.


-Está bien, mi vida. ¡Que gran sorpresa se van a llevar! Estarán tan contentos... Seguro que incluso querrán dormir contigo en la misma casa. Que te apuestas.


-Jaja, sí... Bueno mamá, me voy a mirar a ver que vuelo puedo coger. Adiós, te quiero.-Colgué.


                                                                               Fin llamada


Estoy tan contenta... ¡Por fin voy a verles! Tengo ganas de gritar a todo el mundo lo feliz que estoy.


-¡Claudia!¡Claudiaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!-Empecé a correr por toda la casa mientras gritaba el nombre de mi mejor amiga.

-¡Que quieres, pedazo de loca!-Contestó ella, tan simpática como siempre.


-La semana que viene...hermanos...Erick....¡Ahhhhhh!-Volví a gritar.


-¡Cállate!¡Habla bien, por dios!¡No te entiendo una mierda!

-¡La semana que viene me voy a vivir a San Fernando! Veré a mi madre, a mis hermanos, a Erick...


-Genial, genial, pero una cosa. ¿No tendrás que buscar trabajo allí antes de irte?


Mierda, pues tiene razón

-Uy, es verdad, se me olvidó, es que con la emoción...-Claudia rió.


-Anda, ven, que yo te ayudo. Busquemos en Google.


Al cabo de unas horas...


-¡Mira!¡Encontré el perfecto para ti. Es en una empresa llamada...-Miró la pantalla- Smithie. El nombre un poco ridículo, pero... Podrías llamar, ¿no? Es para...-Dirigió sus hermosos ojos verdes hacia la pantalla del ordenador.-contabilidad.


-Voy a llamar.

-Bien, te dicto el número: 655 47 40 91


Marqué el número mientras temblaba como un flan. Puse el altavoz.

                                                             Llamada

-Al habla la empresa Smithie, dígame.-Era la voz de un chico. Dios, que voz más... Sexy. Me sonrojé con solo escucharla.

-Hola, buenas tardes. Mi nombre es Emily Williams. Estoy buscando trabajo y no puedo  ir para allá por motivos personales.

-Muy bien, señorita Williams. ¿Le parece bien que la entreviste ahora?

-Sí, claro...-La sorpresa se reflejaba en mi cara.

-Perfecto, entonces... ¿Por qué contacta con mi empresa, y no con cualquier otra?-La voz de este hombre intimida muchísimo...

-Bueno... He notado el potencial de esta empresa solo entrando a la página web y, no sé...

-Muy bien, ¿ha trabajado en una empresa alguna vez?-Me cortó.

-Yo... Bueno, no...

- Señorita, tengo una larga fila de mujeres al otro lado de mi puerta, esperando a ser entrevistadas. Solo dígame, ¿Qué tiene usted, que no tenga nadie más?-Me volvió a cortar.


-Bueno, yo... Soy carismática, soy muy carismática, y... Viviré cerca de su empresa, señor...


-Smith.

-Viviré muy cerca de su empresa, señor Smith.-Dije, con valentía.


-No lo creo, señorita Williams. Mi empresa está alejada de todo.-Eso fue un golpe bajo.


-Bueno...


-La llamaremos dentro de unos días, señorita Williams. Esté atenta a su móvil.-Colgó.

Narra Mike

Esta chica promete ser buena... Sin embargo, tengo que seguir entrevistando.

-¡Siguiente!

Pasó una mujer, vestida exactamente igual que la primera. Un grandísimo escote, pantalones demasiado cortos y unos tacones altísimos. Lo único que la diferencia, es que la primera era rubia, y esta es pelirroja.

-Buenos días, señorita. Siéntese.-Tengo que ser cordial... Tengo que ser cordial.

-Buenos días, Mike...-Dijo la chica, coqueta, mientras contoneaba sus caderas hasta llegar a la silla.

-Si no le importa, prefiero que me llame señor Smith.-Me encantaba ver las caras de sorpresa de las chicas cuando las cortaba de esa manera. Lástima que la entrevista con la señorita Williams haya sido telefónica.

-Me llamo Sarah Parker, encantada de conocerle, señor... Smith- Apoyo los codos sobre la mesa e inclinó su cuerpo hacia delante, en un intento fallido de ser sexy.

-No creo que usted tenga lo que mi empresa busca. Por favor, márchese. 

La mujer, sorprendida, se levantó indignada, y se  fue.

Otro día más, igual que el anterior...





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