Pasaron seis meses luego de dejar la mansión. Subaru y Rem decidieron dejar todo y comenzar una vida independiente sin depender de nadie, con excepción del otro.
La historia continua y Rem esta mas que lista, para darle un regalo a su esposo.
Actual...
A lo lejos, las siluetas de Petra, Frederica, Ram, Emilia, Echidna, Beatrice y Patrasche se quedaban atrás.
Era triste despedirse, para Rem no fue fácil pues ha pasado gran parte de su vida en aquella mansión.
Al igual que Subaru, cuyos recuerdos y secretos escondía los extensos pasillos de la mansión. Así mismo como sus jardines.
Las historias que está habitación contenía eran las que nunca podría olvidar.
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Pero, huir... No era la palabra.
Se despedía de una fase de su vida, la cual ha concluido.
Emilia estaba a semanas de ver lo que sucederá en la elección real.
Roswaal ya había hecho preparativos para su largo viaje hacia la gran cascada.
Al igual que Beatrice, quien junto a su madre buscarían estabilizar su alma en su recipiente para que pudiera vivir aún más tiempo.
Pero, lo que en verdad quería Beatrice, era ir junto a Subaru.
Las únicas que dejaba atrás, y lo que más dolor le causó. Fue dejar a Beatrice, y su compañera fiel. Patrasche.
Pasando por el pueblo de Arlam, los aldeanos se despedían de el. Al igual que los niños, que habían crecido. Hechos adolecentes, lanzaran con todas sus fuerzas bolsas de tela que contenían comida y algunos telas que les vendría bien como abrigo. Pues su viaje hacia la capital sería largo.
Llegado ahí, solo les quedaba un destino.
Kararagi.
Una nación cuya relación con la cultura del Japón tradicional es plasmado por completo.
Sin objeciones, y aún con tristeza.
— Subaru-kun... ¿Estás llorando? - Pregunto Rem, curiosa al escuchar ciertos sonidos mientras tomaba una siesta sobre el hombro de Subaru.
— L-Lorar... Lo lamento, olvidé que estabas durmiendo. Perdón por eso...
Tiernamente, Rem limpió sus lágrimas con sus dedos. Sosteniendo sus mejillas con ambas manos, miro fijamente a Subaru.
— ¿Rem...?
Al verla, se dió cuenta.
Cómo no esperarlo.
El rostro de Rem, contenía marcas de haber llorado. Había pasado unas horas desde que comenzaron el viaje hacia la capital. Y en este poco tiempo, ambos han hecho lo mismo. Solo que, Rem ha sabido ocultarlas, sus llantos silenciosos que eran apaciguados por el calor de las manos de su amado.
— Rem ha dejado su vida pasada, para ir junto a Subaru a buscar un destino. Aunque Rem este triste por dejar a su hermana, Rem... Rem es feliz de que Subaru-kun este a su lado y acompañe a Rem en esta nueva etapa... Junto a ti, nada me faltará, Subaru-kun.
