Color sangre es

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   Llevar a la niña a la casa no fue ningún reto para Edmund que estaba acostumbrado a pesos mayores, Elizabeth había ido primero para preparar la cama grande donde regularmente dormían ambos pero si era para ayudar a la pequeña no le molestaba qu...

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   Llevar a la niña a la casa no fue ningún reto para Edmund que estaba acostumbrado a pesos mayores, Elizabeth había ido primero para preparar la cama grande donde regularmente dormían ambos pero si era para ayudar a la pequeña no le molestaba que la usara, aplano con sus manos las colchas y se corrió a un costado cuando dejo a la niña en la cama.

   A la luz de las farolas pudieron verla mejor, su cabello rubio estaba enredado lleno de ramas, pasto junto al barro, el vestido que parecía tirado a jirones seguramente antes era de un color morado, los golpes se expandían por el resto de su cuerpo, apenas podían ver su clara piel abajo de lo orado de sus rodillas que tenían costras de sangre.

   Elizabeth salio del cuarto rápidamente para buscar agua donde remojar un trapo para las heridas de la pequeña niña mientras que Edmund sacaba del pequeño pie de la chica el único zapato que tenia puesto, lo dejo a un costado de la cama mientras se corría cuando su pareja entro al cuarto con el pequeño balde entre las manos y lo dejaba en la mesa ratonera hecha de pino blanco.   

   - ¿Viste quien la seguía? - Le pregunto la morena mientras pasaba sus dedos por la mejilla de la chica, sacando la mugre que tenia sobre esta, dejando a la vista su piel pálida como la leche manchada por una larga cicatriz que estaba descansando sobre su nariz.

   - No tengo ni idea, estaba muy oscuro y la luna no alumbro los arboles por donde escaparon... aunque creo que seguían pensando que tenían que atrapar  a la pequeña niña. - El se había sentado a los pies de la cama mientras se limpiaba los pies con las manos, sacando la hierba que había quedado atorada entre sus dedos. Lizzie empezó a limpiar el cabello de la chica, sacando las largas espinas y las hojas secas, después haría que se de una ducha y le prestaría uno de sus vestidos después de arreglarlo para su pequeño tamaño. - pero creo que tendremos que descubrir quien la sigue y mantenerla oculta hasta entonces.

   La idea le dio algo de miedo a la mujer, le daba miedo pensar en que monstruo le haría daño a aquella pequeña niña, acaricio su mejilla apenada mientras que Edmund levanto la mirada a ella, viendo como sus ojos se empañaban en preocupación, estiro su brazo hasta tocar la mano de ella que limpiaba a la niña, cuando los ojos marrones de ella conectaron con los verdes del muchacho.

   - No tienes que preocuparte, todo saldrá perfectamente.- Le susurro a ella con gran amor, posando sus labios sobre el dorso de su pequeña mano, intentando que se encuentre mas tranquila con lo que le decía, Lizzie sintió suavemente como en su interior se encendían las luces de la esperanza junto a la tranquilidad que a el rodeaba, alejo su mano de sus labios y agarro suavemente el paño para seguir limpiándola.

   Silenciosamente se abrió paso la mañana mientras que los dos mayores empezaban a preparar todo para cuando la pequeña rubia se levantara, sabían que la conocían y si no mal sospechaban, después de horas de charla mientras Lizzie arreglaba un vestido azul con flores celestes que ya no utilizaba y Edmund preparaba el desayuno.

THE HISTORY OF HOPE; aster bunnymund  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora