Deslizo el labial rojo por la superficie de mis labios, volviéndolos más llamativos y llenos.Luego, tomo un delineador negro y a la mezcla se suma un rimel.El peine se desliza entre las hebras de mi oscuro cabello mientras veo a la que parece una extraña en el espejo.
–¿Saiko?–Hinata golpea suavemente la puerta del baño–¿Estás lista?
Me quedo mirando a la desconocida al espejo mientras Hinata ingresa y se detiene un minuto para apreciarme.
–Cielos...–Sonríe con sorpresa al percatarse de mi aspecto–Estás hermosa.–Se acerca y toma con sus manos mi cabello, echándolo por detrás de mis hombros para apreciar con más facilidad mi reflejo–Pareces una princesa.
Escucho lo que Hinata dice, mi cerebro lo procesa, pero aún así el descontento no se marcha.
Hermosa.
¿A eso debía aspirar desde un comienzo? ¿Eso es lo que se supone que son todas las mujeres que lo rodean, eso es lo que él y cualquier hombre esperará de mí toda la vida? ¿Qué sea una princesa, que sepa cuando cruzar las piernas, cuando abrirlas, cuando hablar? ¿Que no tenga una boca sucia, que me "arregle", que aquellos pliegues no se formen en mi estomago, que cubra mi boca para reír y sea delicada al caminar dentro de una habitación?
¿Qué importa eso si más allá del delineador negro y las capas de labial rojo mis ojos no brillan? Prefiero el fuego en ellos.Siempre.Le duela a quien le duela, ofenda a quien ofenda.
Y entonces es cuando me doy cuenta.
Yo no soy esta persona.Nunca lo he sido y no lo sería esta noche.
No hay maquillaje o vestido en el mundo que mágicamente otorgue autoestima o amor propio, que me de la confianza que necesito.De nada sirve.
Yo no tengo que competir con nadie: ni con las actrices que frecuenta en los clubes nocturnos ni con las cantantes que todos los días le sonríen por televisión.No tengo que impresionar a nadie.Con la única que debo compararme es conmigo misma y solo para mejorar, para sanar, para otorgarme la valentía necesaria para ser fiel a quien realmente soy.
Ese es mi desafío: comprender que soy suficiente para ser amada, que merezco que las personas me amen...que Wooseok me ame.Supongo que esa es la razón por la que vagué durante tanto tiempo, la misma por la que jamás entregué mi corazón: jamás creí que mereciera ser amada por alguien.Así que me obligaba a esconderme detrás de la indiferencia y la ausencia de sentimientos.Me decía que nada me importaba cuando todo lo que hacía era quebrarme por dentro para reagrupar los pedazos de forma en la que pudiera seguir sintiendo sin sentir, sin comprometerme jamás para no salir herida.Al menos hasta que él apareció en mi vida y me llegó a la raíz.Entonces comencé a querer de más, a desear de más, a volverme exigente.
Así que hoy cuando lo vea sentiré miedo y pánico, pero diré las palabras.Lo que suceda después no me define, no define mi valor como persona.
Sin prestarle atención al cambio de expresión de Hinata por mi sorpresivo comportamiento, me agacho sobre mi torso y abro la canilla, ahuecando mis manos para juntar agua en ellas.Entonces deslizo las palmas por mi rostro hasta que el delineador y el rimel se transforman en valles oscuros que caen por mis llenas mejillas.Pronto el labial lo sigue cuando tomo un trozo de papel higiénico y me quito todo el maquillaje, dejando mi rostro desnudo, sin barrera de por medio.
–¿Por qué hiciste eso?–Me susurra Hinata con una expresión decaída.
Alzo la cabeza luego de mojar una última vez mis facciones y me miro al espejo, ahora satisfecha.
–Porque esta noche no quiero ser una princesa hermosa.Ni hoy ni nunca.–Le digo, conectando mis ojos a los suyos a través del espejo–Quiero ser Juana de Arco.

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Realest » Wooseok
FanfictionDonde Saiko no quiere que le digan que es hermosa, sino que es real...lo más real en la vida de Wooseok, quien la llama siempre a las 3 A.M. ➡historia corta. ➡heterosexual. ➡ terminada (√)