Él me deja abrir la puerta para salir del auto y de su vida...por aproximadamente cinco segundos.En cuanto una de mis zapatillas se arrima hacia la acera, él me empuja de regreso antes de que pueda protestar y cierra la puerta de un portazo, bloqueando el paso al frío viento nocturno.
–No me dejes.
Mis manos se aprietan sobre la manija.Al voltearme y verlo observando el tapizado del auto, aún sosteniendo la puerta para evitar mi partida, me duele.Realmente lo hace, al igual que sus palabras y la forma en la que las ha dicho.
Su expresión está atormentada pero yo sé que no puedo retroceder ahora.Me obligo a armarme de decisión.De ceder solo volveríamos a lo mismo y si lo escuchaba simplemente me quedaría para seguir atascada con él en algo que no nos llevaría a nada nunca.
Evito mirarlo mientras hablo, intentando endurecer mi tono.
–Suéltame, Wooseok.
–A la mierda.No me digas qué hacer.Tú no sabes lo que va a pasar, Saiko.No finjas ser una maldita adivina.
Seguido de aquellas palabras lo único que escucho es un chasquido, y luego mi cuerpo sale catapultado hacia atrás.Tardo en reaccionar en que él ha sido quien accionó el asiento, quien lo deslizo hacía atrás.Pero es la misma cantidad de segundos en los que tardo en percatarme de que su boca está sobre la mía, exigente, besándome con desesperación.Mis traicioneros labios le abren el camino, dejando que su lengua se entrelace con la mía al igual que nuestros alientos.Mi mano va a parar a su cabello y lo sujeto con fuerza mientras su cuerpo cae sobre el mío como un imán, encajando sus caderas entre las mías, haciéndome jadear.Mis piernas se envuelven en su esbelta cintura mientras nuestras bocas luchan, su cuerpo presionándose contra el mío y rozando el punto adolorido entre mis muslos.Él se roza justo en los lugares justos empujándome en el asiento con sus caderas, volviendo mi estómago una bola de fuego, haciéndome gemir a pesar de la ropa.La sensación de la tela de sus jeans en mis muslos vuelve sensible mi piel, al igual que sus dedos clavados en mi carne me hacen ver las estrellas.Sus caderas me empujan y rozan sin parar en un vaivén que amenaza mi cordura, haciéndome imposible escapar aún si lo quisiera.
Entonces, tan tempestuosamente como llegó y me tomó, su boca se aleja de la mía.Aprovecho el momento para respirar, aturdida, sin dejar de sostener los mechones negros entre mis dedos.Su pecho está pegado al mío, transmitiéndome toda su calidez a pesar de los escalofríos y la necesidad que recorren mi cuerpo.
–No debiste decirme...–Me susurra con su ronca voz, empujando suavemente su nariz contra la mía, rozando mis labios y dándoles un mordisco–No debiste decirme que me amabas, Saiko.Soy un desastre por tí y podrías arrepentirte en el futuro de decirme todo esto.
La ira me carcome.Al instante me arrepiento de haber perdido el control por su toque y ya no deseo oír lo que tiene para decir.Volvimos al mismo circulo de siempre.
–¿Qué caso tiene seguir? Estás borracho.Déjame.–Intento empujarlo pero él ni siquiera se mueve–Basta.No quiero seguir.–Insisto.
–Déjame terminar.–Hace una pausa–Tienes razón.Quizás esté borracho ahora...pero sé que eres la única, que siempre lo has sido.La única que me hace reír, que me escucha realmente y que no sólo aguarda su turno para hablar sino que realmente me entiende.No te guardas jamás lo que tienes que decir y eres valiente.Lo que opinas de mí jamás me lo ocultas, no me endulzas los oídos porque sí.Eso fue lo que me atrajo a ti en primer lugar: tu fuerza.Eso y que me ves por quién realmente soy: un chico idiota que ama la música y creyó que eso era suficiente, que era invencible, hasta que se dio cuenta que ser famoso requiere mucho más que eso, que la industria puede aplastarte, que aquellos que dicen amarte al día siguiente pueden odiarte.

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Realest » Wooseok
FanfictionDonde Saiko no quiere que le digan que es hermosa, sino que es real...lo más real en la vida de Wooseok, quien la llama siempre a las 3 A.M. ➡historia corta. ➡heterosexual. ➡ terminada (√)