juventud

3 0 0
                                    

Solo basta con cerrar los ojos por un momento para recordar mi época dorada, esa en la que siempre quisiera vivir, se encuentra todo: la música, mi gente, las emociones a flor de piel. Todo está intacto en un domo emocional resguardado en mi memoria.

Pues ahora, todos estamos dispersos, toda una generación repleta de historias memorables y aventuras épicas, se encuentran ahora esparcidos por el mundo. Siendo emboscados por la edad, obligaciones nuevas,  circunstancias imprevistas o amores sin contemplar.
Y es así como los amigos se van diluyendo; carcomiendose el espíritu juvenil y fiestero sigilosamente. Pues las noches de fiesta merman con el tiempo y nos empujan hacia las costas crudas de la edad adulta.
Y son tan imprevistas estas cosas que cuando nace el deseo de volver, te das cuenta que ya no es lo mismo. Las circunstancias de antaño ya no compaginan con tus condiciones actuales.

Y los reencuentros con ciertos personajes de nuestro pasados nos resultan un tanto incomodos; nostálgicos. La madurez es muy marcada en nuestros rostros y es increible ver como cada uno de nosotros la molda deacuerdo a nuestro estilo...

No es que extrañe mi vida de antes es solo que me hubiera gusta saber que eran los pocos dias que me quedaban de ella...

Ojos De Un EscritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora