Capítulo 5

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Había pasado ya 2 meses desde que les dije a mis amigas que ya no quería verlas nunca más ...

Ella me trataba mal, no me dejaba ser yo misma, siempre que intentaba dialogar con otras chicas ella me llamaba, me sacaba del salón...

Y me golpeaba...

Estaba presa de su extraña manera de ser, y siempre vivía con el temor de que cumpliera sus amenazas ...

Yo trataba de que no se molestara, trataba de hacerle caso en todo para que no se enojara... Pero nada funcionaba... Llegué a pensar que por alguna extraña razón... ella odiaba a todos y a través de mi desquitaba todo su enojo y yo pensaba que su furia no llegaría más allá de golpes...

Que equivocada estaba...

Íbamos subiendo las escaleras, una vez en el salón, ella estaba muy enojada, el porque ya no lo recuerdo, y de repente ella perdió el control...

Me dió una bofetada haciendo que mi rostro girará fuertemente, todas nos estaban viendo pero a ella no le importaba que nos vieran.

Después del golpe, me sujetó fuertemente del cabello y me estrelló contra la pizarra, y arrastró mi cara y mi cuerpo hasta el otro lado del pizarrón dónde estaba el porta borradores de metal y...

Después de llegar ahí...todo se tornó silencioso y confuso...había sangre que provenía de la herida en mi estómago...

Ella me arrastró hasta el porta borradores haciendo que se rompiera mi uniforme y me lesionó el vientre...

Salía sangre, o al menos eso decían...yo no me atreví a ver mi vientre ... Estaba en shock en el suelo, las lágrimas salían sin parar de mi rostro, no podía hablar... Ni gemir de dolor, solo veía al techo sin moverme...

Mis compañeras se acercaron a ver cómo estaba, se preocuparon ya que no reaccionaba a sus estímulos y no sabían que hacer conmigo.

Llegó la profesora...

¿Dónde había estado todo este tiempo?

Vio la multitud asomada con la mirada al piso, se acercó y me vió en el suelo sin moverme y con la mirada perdida en la nada.

- ¡¿Que a pasado aquí ?!- gritó la profesora al verme tendida en el suelo, las chicas no sabían que decir, ¿Si la verdad o defender a mi agresora?.

- ¡Ella se puso como loca! - dijo Rina al verse acorralada en la situación.
- Ella corría por el salón y se lastimo por andar corriendo como loca por el salón - dijo ella convencida de lo que decía. - ¡Es verdad!- dijo otra compañera, no me fijé quién lo dijo, estuve sin decir nada todo este tiempo .

Y así todas corroboraron su historia...

- ¡Señorita Nana levántese!- me sujetó fuertemente del brazo y de un jalón me levanto.

Me revisó la herida y solo se le ocurrió decir una cosa...

-¡Señorita Nana es una exagerada! No es una gran herida, le arreglaré el vestido y no le diremos a nadie de esto...¿entendido?- no sabía que una pequeña herida podía dejar un charco de sangre en el suelo, limpió mi herida con una toalla y agua, yo no podía decir nada.

Sin saber exactamente qué hacer, salí del salón caminando lentamente por el pasillo mientras escuchaba a mi profesora ordenandome que regresara al salón ... Yo simplemente seguí cómo si necesitara alejarme de ese salón.

Había llegado al baño de niñas, no sabía porque estaba ahí, me detuve al ver mi reflejo en el espejo...

No podía creer lo que veía ...

Una niña despeinada, el cabello se caía por el estrés, con marcas de golpes en el rostro, ojeras por la falta de sueño, ojos rojos y hinchados, de mi nariz colgaba un poco de moco y mis ojos estaban completamente vacíos ... Sin vida, ¡Esperen! Veo algo en mis ojos... Tristeza, miedo y sorpresa por mi apariencia...

Era deplorable...

Veía en lo que me avía convertido...

Era la peor de lo peor ...

Era como si no valiera nada...

Veía mi reflejo y lo único que podía era llorar, veía lo bajo que había caído... estaba en lo más bajo y más que todo sola y con miedo...

No regrese al salón hasta la hora de salida, me quedé escondida dentro del baño.

Al entrar al salón no había nadie, guardé mis cosas en la mochila y salí del salón, pase al lado de la secretaria y ella me llamó.

- ¡Niña! ¿Tú eres Nana Yabami verdad?- dijo mientras me miraba, parecía que se dió cuenta de que había cambiado desde hace un par de meses.
- Si, soy yo, ¿Porque?- le respondí.
- Quería saber si estás a gusto en el nuevo salón, por lo que veo parece que no ¿Te gustaría que te regresara a tu otro salón ?- esas palabras me dieron algo de esperanza, hasta que dijo...
- pero tendrás que quedarte un mes más que ya se acabará el año lectivo y te asignaré a tu salón anterior ¿Que dices, aceptas o no?- no lo pensé mucho y dije -¡ Acepto !-

Eso me dió fuerza para soportar el último mes que me faltaba.

Rina me seguía dando órdenes y yo trataba de hacer las cosas bien para que no volviera a herirme.

Un día Rina había faltado a clases...

¡Era mi oportunidad!

Podía hablar con mis amigas...

Fui a buscarlas al lugar donde comen siempre, las ví sentadas en el suelo, al verme se sorprendieron mucho, bueno mi apariencia cómo les había dicho, no era la mejor, Mayu se paró de inmediato al ver bien mi estado.

Se veía preocupada...

-¡ Nana ! ¿Quién te hizo eso? ¿Que te paso ? - dijo preocupada, yo solo la veía y sin darme cuenta, las lágrimas salían de mi ojos, me sentía feliz de verlas, pero sobre todo a Mayu, lo único que pude hacer fue...

Abrazarla...

Ella no me pregunto nada más ...

Solo me abrazó en silencio hasta que pude articular las palabras que quería decir...

-¡lo siento! Lo siento mucho, perdóname Mayu y ustedes también amigas - dije, ellas se miraron entre ellas sin saber que hacer exactamente.

- No te preocupes, se veía que ella te estaba obligando a decirlo, no hay rencores, seguimos siendo amigas- dijo Akane sonriendo.

- ¿Volverás al salón?- dijo Mayu con ilusión en los ojos. - volveré el siguiente año, ¿Me esperarán ?- dije con esperanza de que fuera una respuesta positiva.
- ¡Claro!, Te esperaremos, yo te esperaré - dijo dándome un últimos abrazo, se sentía tan bien como antes, extrañaba sus abrazos, sonó el timbre del fin del recreo y nos tuvimos que separar.
- ¡Nos veremos el próximo año!- les dije a todas con una sonrisa que no tenía desde hace muchos meses.

Este encuentro me dió fuerzas para seguir adelante, fue el incentivo que necesitaba para soportar lo que quedaba .

Un mes después

Era el último día de clases, me estaba despidiendo de mis compañeras, hasta que me topé con Rina.

- Tengo que hablar contigo - dijo secamente, me jaló del brazo hasta las bancas y nos sentamos.
- me voy a cambiar de escuela, parece que te vas a librar de mí, fue divertido mientras duró, adiós - dijo Rina y se alejó de mí.

Ahora me sentía tranquila, ya no tenía por que temer ...

Fue como si me hubiera quitado un peso de encima...

Me sentí libre...

Al fin podía ser feliz...

Al fin...

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Créditos : SolangeEspinoza11

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