Estaba sentada en mi banca, pensando en lo que había pasado hace ya una semana, no puedo quitarme de la cabeza lo que pasó, más que todo en la forma en que todas me habían tratado, fue como si nadie me reconociera, sobre todo mis amigas.
Estaba tan distraída que no prestaba atención a lo que la profesora decía de la clase, pero algo que dijo logró hacer que captara mi atención.
- Recuerden que no deben pasar la reja que divide la zona de la escuela a la del colegio.- dijo ella antes de que sonara el timbre del recreo.
Siempre me ha dado curiosidad saber cómo era la zona del colegio, nunca nos dejaban ir allá, y justo ese día mi curiosidad pudo más que las advertencias de la profesora.
Estaba en el patio intentando esconderme de mis amigas para ir yo sola al territorio prohibido, analizaba si el camino estaba libre, esperé hasta que las chicas se fueran a jugar y justo cuando iba a entrar...
- ¿Qué haces aquí Nana?- decía Akane detrás de mí, volteo asustada porque apareció como fantasma.
No sabía que decirle, tal vez me iba a delatar con las profesoras, podrían castigarme por eso, pero preferí decir la verdad.
- Quería ir a ver cómo era la zona del colegio...- no pude terminar de hablar porque ella me interrumpió.
-¡¿Enserio?! ¿Por qué no me lo dijiste? Yo también quiero ir ¡Vamos! - dijo muy entusiasmada y decidida, pero le tapé la boca porque estaba haciendo mucho ruido y no podíamos llamar la atención.
-Está bien, puedes acompañarme, pero tenemos que ir en silencio y de forma discreta, yo iré primero a la entrada y tú me avisas si alguien se acerca, luego entras tú cuando no haya nadie.- dije quitandole la mano de la boca.Me iba acercando lentamente hasta la reja que nos dividía, una vez que estuve ahí, Akane me dió la señal de nadie observaba; así que corrí lo más rápido que pude hasta llegar al otro lado.
Esperé escondida detrás de un poste, hasta que Akane pudiera cruzar.
Una vez ya estando juntas nos dirigimos a la puerta principal de la zona prohibida. Miramos a los lados verificando que no hubiera nadie, como toda la zona estaba desolada, decidimos entrar.Al cruzar la puerta nos dimos cuenta que todo era diferente, la zona del colegio parecía tener más vida que nuestra zona, los colores que decoraban las paredes eran de un verde claro que quedaban muy bien con las baldosas estilo roca del suelo, el pasillo era un poco más amplio que el nuestro, no sé cuanto tiempo estuve mirando pero al reaccionar me di cuenta que Akane ya estaba subiendo las escaleras hacia el primer piso, ella estaba tan asombrada como yo de lo diferente que era esa zona.
Para ustedes podría ser tonto asombrarse por algo que no es fuera de lo común, pero para mi amiga y yo que apenas éramos niñas de nueve años era toda una aventura.
Cuando llegamos al primer piso vimos que había un pasillos de espera que conectaba a dos lugares; a las escaleras para ir a al segundo piso, el pasillo a la derecha que lleva a los salones y a la oficina de la Madre rectora, a lado estaba la oficina de la vicerrectora y a un lado estaba el baño femenino.
Nos fijamos en las paredes, habían cuadros con fotos de exalumnas en momentos importantes del colegio y también estaban todas las Madres de la comunidad, todas ellas con sus vestidos blancos característicos a su congregación de las Hermanas de Murialdo, y las estudiantes con sus faldas café claro con rayas concho de vino al igual que el chaleco; una camiseta blanca y los tacones del mismo color de la falda. Todas bien peinadas, con su cabello recogido en una cola de caballo y con sus faldas abajo de las rodillas.
- ¡Todas se ven muy íntegras! - dice Akane sorprendida por la apariencia de las chicas en las fotos.
- Tienes razón, ojalá nos veamos así cuando seamos grandes. - dije mientras veía con admiración a las chicas que a pesar de su recatada apariencia se veían muy lindas y orgullosas de sí mismas.Seguimos mirando el resto del lugar, hasta que nos topamos con una gran pezsera que estaba entre dos macetas de plantas largas al lado derecho del baño, Akane y yo nos acercamos a verla y vimos varios peces de diferentes colores, uno más grande que otro y con unos ojos saltones.
- ¡Están lindos! - decimos las dos al mismo tiempo con una gran sonrisa de oreja a oreja.
Suena el timbre...
¡OH NO!...
¡La Madre rectora está saliendo de su oficina!
Akane y yo nos escondimos detrás de las plantas hasta que la madre pasó de largo hasta el piso de arriba.
- Tenemos que irnos ya, antes de que se den cuenta de que estamos aquí - dije yo un tanto nerviosa.
Akane y yo salimos corriendo y como todos los alumnos se estaban formando para subir a los salones nadie vió cuando salimos de la entrada del colegio.
Akane y yo nos dijimos que guardaríamos el secreto de lo que hicimos.
Al llegar al salón actuamos con naturalidad esperando con ansias volver a ver a los peces.
Unas semanas después
Hemos ido unas dos veces más y diría que tuvimos mucha suerte de que no nos atraparan y hemos visto hasta el salón de profesores al final del pasillo a la derecha de la oficina de la rectora, casi somos descubiertas, pero logramos escapar.
Hemos tenido una incógnita...
Siempre que veíamos la pezsera, nos fijamos y nos dimos cuenta de que en esas visitas habían cada vez más peces...
¿De dónde salían?
Queríamos saber de dónde salían los peces.
Así que ahora estábamos mirando fijamente la pezsera buscando algo que nos diera indicios de cómo llegaban.
Cuando ya estaba por rendirme, ví unas pequeñas bolitas entre las piedras.
- ¡Mira! Encontré algo - dije llamando la atención de Akane, ella se acerca y le muestro lo que encontré.
- Deben ser los huevos de los peces - dijo Akane
- Es por eso que aparecen muchos, ¡Resolvimos el misterio! - dije mientras daba saltos de alegría y Akane me abraza y seguimos saltando.Lo sé...
Parece tonto alegrarse por eso, pero así eramos todos de niños... Fáciles de impresionar y todo nos parecía ser una aventura.
Decidimos que ya no teníamos motivos para seguir visitando ese lugar, pues ya resolvimos nuestras incógnitas y exploramos todo el lugar, guardaría el recuerdo de esta gran aventura en mi memoria.
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Créditos: SolangeEspinoza11
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El vacío
Teen FictionMuchos creen que los años de escuela y colegio son los mejores y más recordados de la vida, es verdad que son los más recordados...pero no siempre son los mejores, para muchos...son los peores Basado en hechos reales. Los nombres de las personas fu...