- Los dejo con el profesor - dijo eso y se retiró. Todas estábamos muy sorprendidos por lo que acababa de pasar...la profesora se había ido, este profesor vino en su lugar y tenía cara de pocos amigos. Parecía salido de un internado militar, tenía el ceño fruncido y se le enmarcaban más las pocas arrugas que tenía. Luego de que la Madre nos dejó con él, comenzó a dar las nuevas reglas del salón. Tendríamos solo teníamos permitido salir al baño una vez; solo podíamos hablar si levantábamos la mano; teníamos prohibido hablar en clases y los que llegaban atrasados tendrían que quedarse afuera e incluso estaba prohibido tomar agua en clase. Y así empezamos las clases.
Un mes después
Ha pasado un mes desde que llegó el maestro Ayato, las cosas no han sido tan malas cómo pensé, al principio se veía muy severo pero en realidad era muy flexible. Cómo se han de imaginar, se ha hecho caso omiso a las reglas que él impuso. El comportamiento de los estudiantes no había cambiado, cada uno seguía inmerso en lo suyo. Yo, por mi lado seguía igual que siempre, con mi cabeza en las nubes, pensando siempre en cosas sin importancia pero que me entretenía mucho, era cómo una ventana para salir por un momento de lo agobiante que era la realidad. Al menos en mis pensamientos nadie me molesta, ni me pegan ni me insultan. En mi mente me puedo sentir yo misma y ser libre por un momento.
Justo en ese momento el profesor llama a un par de estudiantes.
Uno era un poco subido de peso, con el cabello corto y de color café oscuro llamado Haidan Shisui y otra chica, igual un poco subida de peso, con cabello rubio oscuro, por así decirlo, lo llevaba recogido en una cola de caballo, su nombre era Sachico Hanabi.Ambos tenían una hoja de papel en sus manos.
- Hagan silencio, ellos van recitar una poesía para el día de la madres. - anunció el profesor y todos préstamos atención.
Empezó a Haidan y en respuesta a lo que decía, respondía Sachico. Era una poesía entre madre e hijo, interpretada por ellos. En el transcurso de su declamación pide notar que Sachico no recitaba de forma apasionada, no le ponía ganas a la poesía y se notaba que no quería hacerlo. Hasta que llegó la escena final Sachico dijo:
No me tienes que dar, porque te quiero, pues aunque lo que espero no espera, lo mismo que te quiero, te quisiera.
En ese momento el profesor nos preguntó: "¿Alguien quiere intentarlo?"
Miré a mis compañeros, parecía que nadie iba a ofrecerse de voluntario.
Yo quería intentarlo, pues nunca había declamado antes pero había visto cómo lo hacían otras personas. Así que me arriesgué y me ofrecí de voluntaria.
El profesor me dijo que pase al frente y le pidió a Sachico que me diera su hoja. Luego de entregármela ella se sentó y me quedé junto a Haidan.
- Empiezen - dijo el profesor.
Empezó Haidan y cuando me tocó responder...lo dije de forma apasionada, tratando de entrar en el personaje de madre que habla con su hijo. Todos me veían con asombro incluyendo al profesor, la verdad yo también me sorprendí de mí misma. Justo en la escena final, fue cuando le puse más sentimiento.
Cuando terminé todos aplaudieron, incluyendo al profesor. No pensé que podría haberlo hecho tan bien, luego de eso regresé a mi banca y cuando estaba guardando mis cosas, se me acercó el profesor.
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El vacío
Teen FictionMuchos creen que los años de escuela y colegio son los mejores y más recordados de la vida, es verdad que son los más recordados...pero no siempre son los mejores, para muchos...son los peores Basado en hechos reales. Los nombres de las personas fu...