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Entraste a AOMG después de conocer a Jay Park en un club de casualidad, le contaste de tu situación como trainee y tu negativa de formar un grupo, él decidió darte una oportunidad si lograbas sorprenderlo con tu talento, por lo que cantaste e incluso bailaste una de sus canciones, a pesar de haber tomado lo hiciste bien y él lo apreció.

Eso pasó a mitades del 2013 pero entraste de forma oficial a AOMG en septiembre de dicho año.

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La música retumbaba por todo ese club, Sunjung siquiera recordaba la razón por la que había llegado ahí, supuso que habría sido porque quedó cegada por la furia, y ya era tarde como para enmendar su error.

No era la primera vez que escapaba de su dormitorio para terminar en algún club o bar a beber, tenía más que la edad suficiente para hacerlo y no soportaba que sus superiores la vieran como una niña, tenía ya veinticinco años, y así querían hacerla debutar con un grupo de niñas, ni de chiste, no pensaba fingir una edad que no tenía, no sabía que haría cuando los años pasaran y tuviera casi treinta y algunas de sus compañeras recién pasaban los veinte.

Miró el pequeño vaso de tequila sobre la barra, no pensó mucho cuando lo bebió todo de un trago, ya era el cuarto y era mejor parar, conocía sus límites y ya había llegado al suyo, sabía que le dificultaria hasta caminar al baño, no es que tropezaria pero su vista sería borrosa y todo daría vueltas. Se alejó unos pasos de la barra para comprobar su estado, teniendo que permanecer parada en su lugar para que todo dejara de girar, maldecia haber usado zapatos tan altos esa noche.

Caminó con lentitud hasta el baño, donde sólo se mojó el rostro para despabilarse, necesitaba sentarse y el único lugar que tenía asientos era la zona vip, la cual estaba restringida esa noche, lo normal era que quien sea podía pagar por ella pero ese día fue completamente rentado, ella odio al niño o niña rica que había hecho tal atrocidad, seguro no pensó en los simples mortales que gustan de sentarse para reponerse.

Ella miro su vestuario teniendo una idea, sabía que lucía sexy y podía usar eso a su favor, jamás lo había hecho pero todo tenía una primera vez. Con esa idea en mente camino hasta las escaleras que quedaban a un lado de la barra y comenzó a subirlas, vio a dos seguridades resguardando quien pasaba y eso la hizo dudar pero tenía que mostrar seguridad, ella incluso saludó con una inclinación de cabeza queriendo verse tranquila y ninguno le dijo nada, siquiera la miraron.

Sunjung festejó sentándose cerca de ahí, como queriendo presumirle a los de seguridad que los había burlado, recosto su cabeza sobre el respaldo y junto sus manos sobre sus piernas, la música no se oía tan insoportable desde ese lugar, o tal vez era el alcohol que la hacia sentir tan lejana a todo, por lo menos fue así hasta que sintió como alguien se sentaba a su lado.

—Hola, ¿has venido sola? —preguntó esa persona.

La voz se le hizo tan conocida a Sunjung que sintió su cuerpo temblar, abrió los ojos con lentitud pero temió girar la cabeza para comprobarlo.

—¿Eres amiga de Jay?

Ella por fin giró la cabeza para verlo y se arrepintió, tenía a Gray frente suyo y estaba a nada de hacer una escena de fan loca. Prefirió no responder y eso extrañó al productor.

—¿Hablas por lo menos? —preguntó confundido.

—Tengo que irme —respondió levantándose.

—¿Qué? ¿por qué? —Él también se levantó para seguirla.

Sunjung no pudo caminar más de dos pasos que terminó chocando contra otra persona provocando que ensucie su camisa.

—Oh, lo siento, fue un accidente —aclaró pasando una mano por el pecho del tipo, como si pudiera secar la camisa con sus manos.

Si estuvieras en AOMGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora