Amores que equivocan su tiempo

23 1 0
                                    

"Los perros y los amores tienen sus razones, unos para morder y los otros para no ser "

                                                                                                                                                                                           Adrian

Como si fuera lluvia me estrelle en el vidrio de tu ventana para llamar tu atención, solo de esta manera podía hacerlo.

Tú me observabas desde tu sillón pero no lograste reconocerme de esta forma diferente.

Lo se, se que hubieras preferido reconocerte en mis profundos ojos negros, en los que con pudor pero apasionadamente reflejabas tus inexpertos veinte años, en los tiempos donde el amor sabia a perfume y a vainilla.

Pero ambos lo sabemos, tristemente lo aprendimos de nuestra pequeña gran historia de amor. Solo algunas pocas cosas pueden ser, solo algunas.

Pero tu corazón me identifico, como lágrimas en el vidrio, y no pudo disimular lo que sentía, como cuando tú desviaste tu mirada, cuando yo por aquel retrovisor del colectivo y a pesar de darme cuenta del incómodo rubor que te provocaba no podía dejar de observarte, y entristeció.

Seriamente heridos por un destino en oposición, aprendimos de esos amores que se equivocan en la elección de su tiempo pero no en sus sentimientos.

ya estabas por casarte y no era yo el del otro lado de tu lado, y aunque nunca te lo dije llore desconsoladamente por eso.

Luego lo intente, apareci con la fuerza del último intento, te hable bajito, debía verte, debía prometerte que te esperaría toda la vida, debia hablarte de mi negación a perderte.

Por no poder pensar claramente  inmole mi sentimiento contandoselo a tu padre, luego las consecuencias.

Solo pude verte a la distancia guiñar mis faros pretendiendo hacerles hablar y que te contarán que te amo.

Como recompensa un dia te escapaste y me premiaste bajo la lluvia y la intimidad de un paraguas con ese único e inigualable y dulce beso.

Su sabor permaneció en mí , y en tus labios, a pesar de las mentiras de tu padre y tus hermanos y las amenazas de él, que solo pudieron invisibilizar nuestro amor, pero nunca pudieron alterar lo que sentíamos.

El tiempo que nunca fue nuestro aliado, paso y paso, de ambas maneras, lento y rápidamente, a pesar de ello solo basto decirte "un dia de lluvia, un paraguas" para despertar nuevamente tu corazón.

Pero no en vano fue intentarlo aunque suplentes de ambos lados ocupaban nuestro lugar, pues ahora, podíamos nuevamente hablar y durante treinta y cinco años lo haríamos, incapaces de agregar una pincelada por miedo a arruinar el recuerdo de la piel de juventud, nos privamos de vernos.
Nuevamente el tiempo pasó, y te llame por última vez para decirte que estaba muy enfermo y tal vez la muerte, jamás sería yo quien decidiera que esta seria la ultima vez que escuchariamos nuestras voces. Pero que no importaba, nuestro amor había entrado en escena desafiando el tiempo y desafinando el tempo, pero que los verdaderos amores siempre tendrán una nueva oportunidad.

Si era yo, el que te llame y calle, pero fue un impulso de aquellos que resignados a partir queremos ondear nuestro pañuelo desde la orilla por última vez, espero que puedas perdonarme.

Pero quién era yo para decidir pegar la última pincelada y tal vez lastimar aquel frágil y pequeño  sueño real; delicado, indefenso pero tan valioso como aquel único beso bajo el paraguas esa tarde de lluvia que se nos deshizo el amor en un puñado de arena cuando tu padre te llamo. Por eso calle.

Era yo el del llamado, el del silencio, el del eterno amor que siendo nunca pudo ser.

Era yo para decirte que tal vez me equivoque en decirte que te esperaría toda la vida sabiendo que algun dia moriria, pero en ese momento no sabia que solo ese era el pedazo visible, la vida que conociamos, pero esta es mucho más extensa y que algun dia, de estos diferentes días tú vendrías y yo ya esperarte mas no necesitaría.

En homenaje a la bellísima historia de amor de mi amiga Nilda " Un dia de lluvia, un paraguas"

Cuentos brevesWhere stories live. Discover now