Cap 25: Día de entrenamiento.

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Más tarde, ese mismo día, al tocar la campana del primer recreo, todos salieron como de costumbre, pero mientras todos los chicos salían del salón, Li notó que Paulina estaba detrás de todos y al llegar a la puerta se quedó ahí, dentro del salón, quedando solamente Li, Kevin y Paulina.

Li: Oh ¿Pasa algo, Pau?

Pau: Ammm... Sí... Pero estoy esperando a que salga Kevin...

Li: ¿Ah? ¿Por qué? ¿Necesitas que te cambie?

Pau: Ammm... -en ese instante Paulina comenzó a sonrojarse por la pena que le daba que Kevin estuviese presente.

Li: Está bien, bebé. Kevin y tú ya se conocen, pueden confiar el uno del otro ¿Verdad?

Kev: Bueno, no lo sé...

Li: ¿Puedes cuidar la puerta mientras me ocupo de Pau-Pau?

Kev: Osh... Pero... Bueno, está bien...

Él salió del salón y se quedó vigilando la puerta para que nadie entre, permitiendo así que Li pudiera cambiarle a Paulina el pañal que le puso en la mañana, antes de empezar las clases, como era costumbre entre ellas.

Li: ¿Te dieron ganas de ir al baño durante clase? Ji, ji.

Pau: Sí, es que hoy salí súper apurada de casa, mami. No tuve tiempo de ir al baño, el pañal que me pusiste me salvó.

Li: ¡Aaaaww!

Una vez que Li terminó de ponerle un pañal limpio, la ayudó a pararse y la abrazó.

Pau: Gracias, mami... Siempre sabes qué hacer...

Li: De nada, bebé... ¿Puedes hacerme un favor?

Pau: Sí, mami ¿Qué necesitas?

Li: Necesito que cuides las puerta así como lo está haciendo Kevin, si alguien se acerca la golpeas ¿Okey?

Pau: Ammm... Sí... ¿Por qué? ¿Qué vas a hacer?

Li: Es un secreto...

Pau: ¡Ay, ya sé! Seguro lo vas a cambiar a él también ¿No? Ji ji ji.

Li: ¡Ssshhh! ¿A caso mi bebé quiere recibir sus nalgadas aquí en la escuela?

Pau: ¡No, mami! Lo siento. Está bien, iré a cuidar la entrada...

Luego de esto, Paulina se quedó cuidando la entrada, Kevin entró y Li le cambió el pañal. Más adelante, en el segundo recreo, Kevin ayudó a Li a mojar su pañal de la misma forma en que la ayudó cuando fueron al cine, abrazándola. Una vez que Li necesitaba un cambio, subieron al salón, donde no había nadie, y Kevin pudo cambiarle el pañal a su novia.

Kev: ¿Y qué tal se sintió?

Li: Pues... Me puse muy nerviosa caminando con el pañal mojado...

Kev: Sí, suerte que esa falda disimula mucho.

Más tarde, después de clases, Kevin y Li se dirigían a casa caminando juntos.

Kev: Así qué... ¿Cuál es la sorpresa?

Li: Será después de comer, bebé.

Kev: ¿Qué? Ay ¿No me vas a decir?

Li: Es que... Es una sorpresa muy sorpresiva... Puede que me sorprenda a mí también... Descuida, lo sabremos después de comer.

Kev: A veces no te entiendo... Pero no importa, igual te quiero mucho. -y dicho esto le dio una nalgada sobre el pañal, haciéndolo sonar.

¡Todavía Estoy a Cargo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora