🌩 C I N C O 🌧

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—¿Quieres? —Tony le ofreció una galleta.

—No, gracias —siguió estudiando.

—¿Quieres que te ayude?

—No.

—Oye...

—¡Estoy tratando de estudiar! —le dijo enojado.

—Que tú relación este en la mierda no quiere decir que le puedes gritar —la defendió Ulises.

—¿En qué momento mencioné mi relación?

—No hace falta que la menciones para darnos cuenta —habló Tony —Claudio... Te queremos ayudar —le tomó la mano y se la acarició demostrándole apoyo.

—Yo no quiero que me ayuden. Se los agradezco mucho, pero no —volvió a seguir estudiando.

Antonia miró a Ulises quién le dio una señal de que se fueran, y así hicieron.

(...)

—Emilia —Kevin entró.

—Kevin —por primera vez en el día había sonreído —Te extrañé mucho —lo abrazó.

—Yo igual —le dio un beso en la cabeza.

—Ven —lo llevó al baño.

(...)

—¿Crees que es buena idea que lleve a Keiko a cenar? —le dijo Silverio.

—¿Celebran algo?

—No. Pero no es necesario celebrar algo para ir a cenar.

—¿Entonces para qué me preguntas? —contestó Claudio enojado.

—¡Uy! Se ve que tú y Emilia no han arreglado nada. Te voy a dar una recomendación, mira... Yo amo mucho a Keiko, pero... Emilia está muy buena —el argentino lo miró como si quisiera matarlo — ¿De qué te enojas? Al fin y al cabo su relación o lo que sea que tengan, no va a durar y otro le va a decir lo mismo que yo le dije y no vas a estar ahí siempre, así que vete acostumbrando.

—Ve al punto —si seguía así no iba a soportar escucharlo más.

—Acuéstate con ella antes de que terminen.

—¿Qué? —dijo confuso.

—Quizás y así reviven los sentimientos. 

—¿Con sexo? Si, claro —se rió.

—Es que no es sexo... Ustedes harán el amor.

(...)

Emilia comenzó a quitar la chaqueta de Kevin mientras él besaba su cuello. Esto necesitaba, lo necesitaba a él, se había aguantado las ganas por Claudio, pero está vez no.

—No sabes cuánto te necesitó... —susurro agitada.

Alzó la cabeza y vio su rostro.

Claudio estaba ahí.

Tal vez no era la ocasión para hacerlo. Lentamente se fue separando de un Kevin confundido.

(...)

—Te lo sugiero. Así le hice con Keiko cuándo se enojo por que le mandé un mensaje a Romi con corazones y eso que Romi sólo es mi amiga.

—No entiendes nada. Lo tuyo con Keiko no se compara a lo mío con Emilia. Y no me tenías que decir que tú y Keiko lo hicieron.

—Bueno, ya es tú decisión. Te dejo sólo para que lo pienses —se levantó del sillón y se fue.

Tal vez tiene razón; pensó Claudio.

Se levantó y fue a buscar a Emilia.

LA TORMENTA • ClaumiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora