Armorc y Los Cuatro Reinos

Los Cuatro Reinos

"Si esperabas un cuento de hadas, prepárate para mucho más"

Aryana Kalenimos.

Desde los diez años de edad, he contemplado como los reinos perdían comunicación entre ellos. Y a la vez, como la magia empezaba a desaparecer gracias a la maldición que habia sido lanzada por los hechiceros más poderosos. Era un sacrificio, pero se tenía que llevar acabo por el bien de todos nosotros.

Las hadas dejaron de existir, los dragones cayeron en un sueño interminable, los niños dejaron de temerle a los ogros. Aún cuando la maldición había sido lanzada, había un mínimo de esta, aunque no la suficiente como para hacer uso de ella.

Las únicas personas con "magia" en su sangre en el Este, son los que reinan. En este caso, mis padres. Ellos accedieron a que la maldición fuera lanzada. Aunque la única magia que llevan en su sangre, es la que los ayuda a nunca envejecer. Sin embargo, esto no significa que no puedan morir.

Desde ese día, crearon fronteras alrededor de todo nuestro reino, con el propósito de alejarnos de las posibles maldades de nuestro mundo, de Armorc. Ese era el acuerdo que los tres reinos habíamos establecido, cada quien se hará cargo de su gente, pero nunca dirigirse al reino del Oeste.

El Reino Sur, un desierto sin salida alguna, gobernado por la Reina Dorada, el reino más poderoso sin utilizar ninguna fuerza sobrenatural. Norte, un sitio con las más bajas temperaturas, son incomparables. Oeste, donde las criaturas más malévolas la habitan, sombras, demonios, ogros, entes.. todos capturados en el reino oscuro. Ellos son la razón por la que los tres reinos aceptaron esa maldición. Imagina, toda la maldad capturada en un espacio.

¿Pero qué pasaría si el reino oscuro cae finalmente?

¿Y quién asegura que únicamente hay maldad ahí?

Y la razón más importante por la cual sacrificamos a nuestras criaturas mágicas, la razón por la que preferimos dejar aún lado nuestros poderes, nuestro mundo rosado. Hay un ser que los cuatro reinos tememos, si, los cuatro. Hasta las criaturas mas malévolas se vuelven esclavos de este. El Dios Supremo. Él fue la razón de todo.

Un señor poderoso capaz de acabar con montañas, reinos, especies...

Su nombre no es un solo apodo, es una realidad.

Pero justo hoy, recibimos la noticia que durante milenios hemos evitado. La noticia que más temíamos. Justo como la profecía lo dictaba "El Dios Supremo despertó", y no tiene intenciones de ser misericordioso con nadie.

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Gracias por leer.
Estuve teniendo una pelea contra mi misma en sí era buen idea subir está historia, pues probablemente ya existan parecidas aunque las desconozco, pero aún está la posibilidad. Me arriesgo. Deseo publicarla porque es una historia la cual me inspira muchísimo y realmente espero sea de su agrado.

Espero que puedan sentir a los personajes, que puedan llegar a quererlos como yo lo hice mientras escribía.