C3: Alianza

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(aclaración, este capitulo será muyyy extenso para que se pongan cómodos y que nada ni nadie los distraiga, espero que lo disfruten.)

(Princesa Aryana, está imagen no me pertenece, todos los créditos al autor)

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(Princesa Aryana, está imagen no me pertenece, todos los créditos al autor)

 Aryana Kalenimos.

Abrí los ojos con lentitud. Toda mi habitación se encontraba oscura, como nunca antes la había visto. Mi respiración era acelerada, no me sentía del todo bien, estaba mareada. Intente colocarme en una posición más confortable apoyando mi cabeza en el respaldo. Pero la recamara tenía un calor sofocante. Respiraba con dificultad. 

Me puse de pie e inmediatamente me dirigí a la puerta. Intente abrirla pero parecía estar atascada con algo. 

—¡Soy la princesa, abran por favor!— grite y grite con desespero. Pero no obtenía respuesta. Continué empujando la puerta, pero todo esfuerzo era en vano. Parecía como si todo el castillo estuviese deshabitado. No entendía lo que sucedía.

 Corrí hacia mi ventana que estaba empañada, intente limpiarla un poco con mi mano. Y fue ahí que me percate, el pueblo estaba en llamas. Las casas lentamente iban convirtiéndose en cenizas, todo el pueblo se estaba desmoronando en un infierno. No podía creerlo. 

Mis pensamientos fueron esfumados cuando escuche como alguien intentaba abrir la puerta. En ese momento no sabía si la persona que estaba del otro lado fuera alguien de confiar o no. Así que tome mi cuchillo que guardaba en los cajones de mi ropa. Me coloque detrás de la puerta, y espere a que esa persona logrará abrirla.

Aún con el fuerte ruido que nos rodeaba, el de las llamas acabando con todo lo que tenían al frente. Pude escuchar como la persona jadeaba por el esfuerzo que hacía, y a la vez tiraba cosas al suelo, como si la puerta estuviera siendo obstruida por algo. Hasta que en un ultimo esfuerzo, lo logro. La abrió de tirón. Y sin pensarlo, me lance encima de este, lo que provoco que nos cayéramos al suelo. Inmediatamente me arrastre para colocarle mi cuchillo en su garganta, pero él me detuvo tomando mi mano. Y fue ahí cuando pude ver su rostro, era Cristóbal. 

No pude evitarlo, una sonrisa de alivio se formo en mi rostro. 

—Cuando intentes matarme, recuerda quién fue él que te enseño todo— dijo con una sonrisa burlona y a la vez tomaba mi cuchillo. —Andando, no hay tiempo...— ambos nos pusimos de pie y nos encaminamos a la salida de mi habitación. El pasillo estaba en llamas. 

—¿Qué esta pasando Cristóbal?— no paraba de preguntarle. Tome su mano con temor y lo seguí, hasta que nos detuvimos súbitamente. Era la silueta de una mujer que repentinamente había aparecido al frente nuestro.

—Fue un placer haberte conocido...— dijo esta a lo lejos y en cuestión de segundos, pude ver una daga que se dirigía a mi.  Pero Cristóbal actuó, se interpuso entre la arma y yo. Y la daga fue clavada en  el estomago de Cristóbal. Con rapidez, el liquido rojizo comenzó a manchar su camiseta. En ese momento, una ola de odio y coraje me golpeo, hundiéndome en un abismo de tristeza y venganza. 

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2021 ⏰

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