Entre desesperación y tinta.

Palabras de Amor.

Nadie está preparado para

enamorarse. No hay un manual

que pueda guiarte con sentimientos

que se mezclan formando un caos.

Solo debes respirar hondo, dar un

paso al frente y abrazar ese desorden.

Porque enamorarse puede ser hermoso

y también terrorífico. Puede resultar

en algo maravilloso o en una experiencia

siniestra. Pero siempre te enseñará algo.

Enamorarse es un viaje que

jamás seguirá tus planes, así la

aventura será inolvidable.

Sonríe, llora, ríe, abraza, ama.

Experimenta todo al máximo,

disfruta casa milésima de segundo.

Eso lo aprendí a las caídas, siempre

volviendo a levantarme con

las ansias de encontrar algo mejor.

Y en esa búsqueda él apareció. Cargado

de seguridad, con brazos listos para

brindarme su calor y una sonrisa

dispuesta a iluminar mi camino.

La primer sonrisa

que me robó solo sirvió para

confirmar mi presentimiento.

Cada gesto, cada palabra, el

más mínimo contacto. Todo de él

lograba acelerar mi corazón.

Lo quería, lo necesitaba, lo desea.

Sentimientos se volvían incontrolables.

Mejillas sonrojadas estaban

a la orden del día.

Tú eras lo que buscaba sin buscar.

Tú eras la persona con la que

deseaba pasar cada segundos de mis días.

Oye, tú.

¿Me concederías está vida

para vivirla a tú lado?

No puedo prometer te que será perfecto,

no puedo jurar que no tendremos días

grises y mucho menos puedo asegurar

que saldremos sin heridas.

Pero se que podrás confiar en mí cuando

solo quieras llorar, mi sonrisa estará

ahí para tratar de alegrarte. Cuando

caigas tomaré tu mano, cuando te pierdas

seré tu guía y sus tus días son oscuros

quiero que me permitas ser la que los ilumine.

Y sobre todo, prometo amarte con

cada latido de mi corazón, porque eres

quien me hace feliz, quien me permite

seguir sonriendo. Tú sola presencia en mi

vida me hace querer mejorar como persona,

querer dar lo mejor de mi día a día.

Me das las de lo que necesito, déjame

amarte como lo mereces.

Te amo. ¿Me dejarías demostrarlo?