Entre desesperación y tinta.

¿Cómo mides tu vida?

Cada persona mide su vida de forma diferente.

Cuentan los días o esperan momentos de alegría.

Cada persona posee un reloj único con el que medir sus segundos. Corren segundos más lentos o más rápidos, corren segundos de forma única.

Los más agnosticos cuentan los segundos, solo ven los días pasar y tras contar 365 saben que un año acabo. Sin sustancia, sin emoción, solo segundos que se correlaciónan de forma lineal.

Hay entusiastas que viven entre risas. Tal vez sean fáciles de reconocer. Ellos no recuerdan días, ellos recuerdan momentos. Momentos colmados de felicidad, momentos que calientan su alma y los empujan a sonreir.

También encuentras personas, a las que la gracia de la felicidad parece haber abandonado, personas que desean que los días paren más veloces. Almas, que después de tanto dolor, pueden medir su vida en lágrimas.

¿Querrán saber cómo mido mi vida?

Mido mi vida en prosa. Asquerosa prosa que escupo sin miramiento esperando que todo lo que pase sea real.

Puedo llorar, puedo reír, puedo enojarme. Las emociones son relativas, no tengo control de ellas hasta que tomo la pluma. Para saber que siento, necesito proyectarlo en delicadas palabras. ¿Tristeza? ¿Felicidad? Solo con el correr de las oraciones lo sabré.

Momentos únicos que me inspiran poemas. Tristeza que me hace llorar entre versos. Pesadillas que me llevan a narrar una historia o un amor que quema todo mi ser que me inspira a cada segundo.

Mido mi vida en prosa. Asquerosa prosa que escribo escupo sin miramientos.

¿Y tú? ¿Qué clase de persona eres? ¿Con que forma única mides tu vida?