El final de lo que siempre fue [Finalizada]

V

Las bolsas del super le pesaban, que Sai no estuviera le complicaba bastante, más estando embarazada mientras caminaba en dirección en su casa se cruzó a quien hace mucho no veía, el que tenía un lugar especial en su corazón.

-Hola Shikamaru, Temari- decía Ino haciendo una leve reverencia mientras sus ojos poso en el pequeño hijo del Nara, shikadai. Ino quedó impresionada por el parecido entre los dos, se preguntaba si ella tuviera un hijo con shikamaru ¿se vería como shikadai pero con sus ojos? No lo sabía -Es un niño muy bonito- comentaba sonriendo con complicidad con Temari.

-Lo es ¿quieres cargarlo?- preguntaba la chica proveniente de Suna.

Ino negó con la cabeza -Te lo agradezco pero no puedo hacer fuerza-

El Nara la miro preocupado cosa que para su esposa no pasó por alto, ella sabía que Shikamaru se preocupaba por la Yamanaka más de lo normal pero no le molestaba -¿porque?- Shikamaru tenía miedo que Sai le hubiera hecho algo o talvez ella estuviera enferma.

-Es que... estoy embarazada- la sangre del chico se heló en ese momento mientras que Temari empezaba a tocar la panza de la rubia Yamanaka preguntanto de cuánto estaba.

-Estoy de poco, tres meses y medio-

Al salir de su schock Shikamaru preguntó -¿Y sai? Digo, no puedes hacer fuerza pero estas cargando muchas bolsas de super-

-Oh- ella miró al suelo -Sai está en una misión importante por unos días-

-Uf si Shikamaru me dejará sola en mi embarazo, lo mataba. Eres muy tolerante Ino- Shikamaru en ese momento quiso que su esposa se callara, era tan incoveniente.

Ino giró su cabeza hacía otro lado y respondió un poco incomoda
-Supongo que si-

-Temari, adelantate con Shikadai. Yo acompañare a Ino hasta su casa, no debe hacer fuerza- Temari dio media sonrisa, se despidió de Ino y se fue de la escena, sabía que esos pequeños momentos de su esposo junto con miembros de su antiguo equipo lo hacían verdaderamente feliz.

-Dame las bolsas- Shikamaru la verdad ni esperó una respuesta, ya había arrebatado las bolsas de la manos de la rubia. Ella observaba como llevaba su anillo en el cuello, su compromiso -Pobre Sai, ya eras bastante loca normal imagino que embarazada estas peor- decía en tono burlón.

Ella simplemente se hizo la onfendida unos segundos para después bajar la guardia -La verdad, no. Sai vive en misiones, vuelve de una y ya sale a otra supongo que llevaré este embarazo bastante sola-

-Oh- Shikamaru apretaba sus puños, el habría dado hasta lo que no tenía para vivir algo parecido con Ino y aquel falso no podía rechazar misiones.

Sin darse cuenta ya habían llegado a la casa de la rubia - Etto gracias Shika, quieres ver su habitación- El al principio no entendió a lo que se refería hasta que conecto que se trataba de la habitación de su hijo y asintió.

Dejo las bolsas en la cocina y subió la escaleras siguiendo a Ino, que lo llevo hasta la habitación de su futuro hijo.
Al abrir la blanca puerta y adentrarse al interior, la melancolía surgió en él. Los tonos verdes pastel con blanco abundaban en el lugar, casi todo estaba armado menos la cuna que seguía en su caja, su voz sono quebrada -¿será niño?-

-Eso todavía no lo sé Shika, todavía estoy de pocas semanas- decía ella mientras le dedicaba una calida sonrisa.

-¿Entonces porque tiene las paredes verdes?-

-Que comentario sexista tonto- la rubia le propició un golpe antes de continuar -Es que, es tu color favorito. Tu me trasmites calma entonces le quiero transmitir lo mismo a mi hijo a través de tu color favorito-

-Deberás armar la cuna antes de que nazca vaga-

-¿que no escuchas? No puedo hacer fuerza-

-¿Y sai para que está?-

-¡Sai nunca está!-

-Supongo que debo armarlo- dijo él, ella se asombró nunca penso que Shikamaru se ofrecería voluntariamente a hacer un trabajo "problemático" pero ahí estaba, perdiendo toda su tarde armando la cuna del futuro hijo del amor de su vida que ni era de él.

-Gracias Shikamaru- La rubia se despedía del Nara, habían juntos armado la cuna y tomado el té esa tarde.

La sonrisa de ese día a Shikamaru le duro semanas, es que cada contacto con Ino para el era mas que valioso.