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-¡Shikamaru!- la desesperación en el tono de voz de la rubia era más que notable, la guerra la iba a matar del dolor primero su padre y ahora el hombre con el que ella creció, compartió momentos inolvidables y también amaba.

-¡Tranquila! Ino- Sakura trataba de tranquilizar a su amiga que se encontraba del lado de Shikamaru aferrandose con desesperación a la mano del chico.

El tan ligero tacto los estremecia a los dos, sus manos ya no estaban tan sedosas como cuando se las tocaban en la aldea antes de la guerra en aquellos hermosos diez meses pero el sentimiento trasmitido en ese pequeño contacto, no había cambiado.

La rubia trataba de contener sus lágrimas mientras mordia su labio, no resistiria a la muerte de Shikamaru, simplemente no podía. Él la observaba con su mirada tranquila como si nada estuviera pasado y en un momento sonrío.

Ino al ver la pequeña sonrisa del Nara no aguantó más, sus ojos otra vez reflejaban la tristeza de ese momento en forma de lágrimas. Sakura trataba de curarlo hasta dejarlo fuera de peligro pero realmente era una situación difícil.

Él con una de sus manos secó las lagrimas de la rubia tratando de calmarla y le hizo señal para que se acercará, la rubia entendió obedeciendo a la señal del moreno.

-¿Sabes que es lo bueno si muero Ino?- ella negó con la cabeza realmente no sabía a que se refería -No tendré que casarme por obligación con alguien que no amo ni tengo que sufrir viendote con otra persona-

La rubia se alejo y con enojo le dio una cachetada aunque lo que decía el Nara no era mentira, ella no iba a aceptar que la muerte podía ser mejor que la vida aunque está fuera miserable junto a alguien que no lo comprendía.

El chico froto su mejilla pero sonrío otra vez, entendía cada reacción de Ino. El en ese momento sabía que estaba listo y preparado para irse así reecontrandose con su padre aunque sería un reencuentro más rápido de lo esperado pero derrepente unas palabras retumbaron fuerte en su cabeza, era la voz de Inoichi.

El rubio después del incidente de cuando los dos jóvenes plantearon su amor imposible, buscó a Shikamaru para conversar. El Yamanaka estaba muy dolido por toda la situación
-Hijo, yo te aceptó para que cuides a mi niña pero toda esta situación nos excede-
El Nara no entendía a que punto quería llegar el rubio que alguna vez hubiera sido su suegro, era una obviedad lo que decía y esto Inoichi lo notó en la cara de intriga del moreno
-Lo que quiero decir, es que aunque tú y mi hija no puedan terminar juntos como marido y mujer. Quiero que seas tú el que la cuides si alguna vez llego a encontrarme ausente-

Shikamaru abrió sus ojos sorprendidos mientras una media sonrisa aparecía en su rostro, su tono de voz era más que segura -Lo hago desde que tengo memoria Inoichi san, lo que pasó no va a cambiar eso. Es una promesa-

El recuerdo de la conversación estremeció al Nara, no podía permitirse romper esa promesa, aunque tuviera que hacerlo desde lejos, siempre protegeria a Ino.

Sakura con todo su esfuerzo y ahora con el chakra de Naruto pudo sacar al Nara de peligro y se lo hizo saber a los demás presentes.

Ino no se contuvo, lo abrazó al Nara más fuerte que nunca mientras sollozaba -Gracias Sakura- Shikamaru correspondía contento mientras sonreía hasta que un golpe en la cabeza lo hizo salir del transe -Nunca más me asustes así Shikamaru Nara-

El Nara frotaba su cabeza del dolor
-pero que problemática-

El final de lo que siempre fue [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora