Suspiró en medio de todas aquellas cajas de cartón. Ese día se le estaba haciendo más duro de lo que hubiera imaginado nunca. Junior era feliz, realmente feliz. Blas y él vivían el mejor momento de su relación, con un amor y tranquilidad sólo perturbados por pequeñas peleas tontas del día a día, como quién saca a pasear a Toribio o de quién es el turno de elegir película en Netflix. Por fin todo parecía ir bien y eso había provocado que los dos decidieran dar el siguiente paso: ir a vivir juntos definitivamente.
Habían compartido departamento en el pasado, pero esta vez los dos sentían que era la definitiva. La habitación que había pertenecido a Junior durante toda su infancia y adolescencia estaba casi vacía, la mayoría de sus pertenencias en cajas y su ropa en varias valijas grandes. No había marcha atrás, no habría plan B si algo salía mal, si discutían no podría volver a casa de su tío y esconderse. Era el momento de dar un paso al frente y avanzar y eso le ponía feliz. Pero miraba a su alrededor en medio de todas aquellas cajas de cartón y un pequeño sentimiento de desasosiego le invadía.
Terminó de doblar un jersey viejo y se rascó el mentón decidiendo si meterlo en la caja que ponía con rotulador negro "Ropa para llevar" o en la que ponía "Ropa para guardar". El golpeteo de unos nudillos contra la puerta le sacó de sus pensamientos y vio a Javiera asomando la cabeza dentro de la habitación.
-¿Necesitás ayuda?
-No, gracias Javi, yo me arreglo.
La mujer entró y acarició una de las camisas que había encima de la cama.
-¿Te acrodás? Fuimos a comprarla el día que te graduaste en el colegio.
-Lo recuerdo...- Dijo Junior mirando la prenda de ropa.- Me llevaste al shopping aunque mi tío me había castigado.
-Siempre fuiste mi favorito.- Reconoció Javiera con una sonrisa.- Pero no se lo digas a tus hermanos.
Junior hizo un gesto con las manos como si cerrara una cremallera en su boca y le dio un beso a la mujer, que muchas veces había hecho el papel de segunda madre con él.
-¿Querés que te prepare algo de merienda?
-¿No te jode?- Junior puso sus mejores ojos compradores.
-¿Chocolatada y tarta?
-Te amo, Javi.
Junior le dio un abrazo y le guiñó un ojo al verla salir por la puerta. Suspiró de nuevo cuando se quedó solo. Sintió que era el fin de una etapa. Se acercó al escritorio y vio la foto que Agus y él se sacaron en Bariloche en el viaje de fin de curso. Parecía que había pasado todo un mundo desde aquella época... Su vida había cambiado tanto... Él era el mismo pero por fin era libre de ser quien realmente era. Todavía podía recordar aquellos días de colegio cuando no entendía qué le pasaba con Blas. Aunque una parte muy dentro de él siempre lo supo...
Tenía el pelo mojado y los ojos somnolientos. Odiaba madrugar y más si a primera hora tenían Educación Física. Terminó de meter su ropa dentro de la bolsa de deporte y salió del vestuario mirando al suelo con paso cansado.
-Uy, disculpá.- Dijo al chocarse con alguien.
-No pasa nada.
Escuchó esa voz y levantó la cabeza en menos de un segundo. Blas, con su propia bolsa de deporte colgada al hombro, lo miraba con esa sonrisa que había conquistado a medio colegio.
-Blas.
-Hola, Junior.
-Hola.
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Relatos Blasnior
RomanceDiferentes relatos y oneshots sin relación a lo largo de la historia de Junior y Blas, Blasnior.