¿A DÓNDE VOY?

430 36 5
                                    

Charles

Habíamos compartido diez años juntos. Compramos un departamento pequeño, modesto pero era perfecto para los dos, era nuestro hogar. Yo soy catedrático de Universidad y Erik restaurador de Arte. Mi vida a su lado siempre fue feliz, así que encontrar sólo una playera negra de mangas largas y cuello de tortuga (que por cierto amó), un libro de arte contemporáneo, cuatro compactos de Jazz y diez más de Blues, la colección de figuritas metálicas que hizo alrededor de los años al aprender a perfeccionar su mutación, y muchas postales que su madre envió desde Irlanda, todas con bellos paisajes, me pareció extraño pero no había nada más, se había llevado todas sus pertenencias, incluso el ajedrez portátil.

Todo el departamento estaba inundado de su aroma, incluso las cortinas olían a él. Su ausencia no sólo se sentía en lo que ahora era para mi un inmenso departamento, se sentía a kilómetros y hasta la cuidad ahora era diferente sin su presencia.

Estoy por enloquecer. Los curiosos vecinos preguntan por ti, -Buen día Charles, tiene días que no vemos a Erik. Dale nuestros saludos-. La vecina del piso de abajo, la señora de pelo canoso ¿La recuerdas?, vino a dejarte pequeñas galletas de mantequilla que horneo especialmente para ti, no pude decirle que tiene días que te fuiste sin decir adiós, si lo hacía era seguro que me tiraría a llorar en su hombro.

Las paredes de nuestra habitación están frías y reclaman que vuelvas. ¿Sabes?, entré la correspondencia encontré la carta de respuesta a tu solicitud para la beca que pediste en la prestigiosa Academia de Bellas Artes de Munich, ¡te aceptaron!.

Imaginó que tu madre estará feliz, al fin volaste de aquí y regresaras a casa, se que nunca fui suficiente para su pequeño prodigio. Tu partida me dejó destruido y aún intentó recoger los pedazos de lo que soy o de lo que quedó de mi después de que te fuiste, se que tardaré en levantarme, eres mi vida y desde que te conocí lo fuiste.

No puedo seguir así, sumido en el dolor. Pienso en remontar el vuelo. Tal vez me estoy mintiendo pero hoy decidí dejarte atrás, aunque para ser sincero no se hacía donde me dirijo, eres mi brújula y sin ti perdí mi ubicación. Necesito hacerme está promesa en silencio, ¡Ya no debo quererte más!, ¡Debo dejarte atrás!. Pero para ser sincero, ¡sin ti no se a dónde voy!.

¿A DÓNDE VOY? (CHERIK) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora