|Competencia| Hank × Gavin| DBH 🔵🔫

7. Elizabeth

Ya había pasado un mes desde que Hank había rechazado a Gavin, se sentía mal por haber creado ilusiones en el chico pero no podía hacer nada ante los sentimientos que el detective sentía por él y los sentimientos que él no sentía por el detective.

Ya no habían tenido ningún tipo de relación o conversación que no fuera laboral, aunque Reed no perdía la oportunidad para tratar de volver a hablar con Hank, pero sobre todo no dejaba de coquetearle ¿qué es lo que se había propuesto el ojicafé después de que el ojiazul se fue de su casa? se había propuesto conquistarlo, no se iba a dar por vencido y si fastidiarlo tratando de coquetearle aunque fuera con un guiño que le hacía cada que se topaban, cada que tenían una escena del crimen o por casualidad el teniente se topaba con su mirada si volteaba a verlo desde su escritorio hasta el otro lado para toparse con el escritorio del contrario, lo iba a hacer, había tratado de acercarse a Hank siendo amable y paciente con él pero después de su rechazo sabía que no estaba funcionando, podrían llamarlo aferrado pero enserio quería todo con ese anciano y no se cansaría  hasta tenerlo loco por él.
Cada que se veían y Gavin le guiñaba o le hacía un comentario que pusiera nervioso o incómodo a su presa, Hank solo hacía cara de desagrado, no entendía como era que ese muchacho no se cansaba de acosarlo, intentaba no tomarle importancia pero no podía, de verdad se estaba cansando de la situación. 

¿Y cómo hacer que las situaciones incómodas de un chiquillo fastidioso no fueran tu prioridad cada que fueras a trabajar?... pues intenta que otra persona tuviera ocupados tus sentimientos y tuviera tu atención, como por ejemplo una enfermera. Así es como el canoso había tomado la valentía de por fin invitar a salir a Elizabeth, esa linda enfermera que estuvo a punto de batear también pero gracias al cielo no lo hizo, así podía estar ocupado y no pensar que tenía a un hombre detrás de él, acosandolo.
Había pensado toda la noche en si era correcto en pedirle una cita, no quería que otra persona se ilusionara con él, pero al final se dijo "si" ya no estaba en edad de esas situaciones amorosas, él no quería una relación pero el destino te cambia la jugada y tal vez conociendola mejor cambiaba de opinión.

Había llegado a su trabajo como siempre, llegaba y tenía un montón de papeles que lo esperaban para que fueran llenados, afortunadamente no se había presentado un crimen que hubiera requerido de su presencia y afortunadamente el detective que tanto le fastidiaba no se encontraba en su escritorio, era la perfecta oportunidad para tomarse un descanso e ir con Eli para por fin quitarse esa espinita sobre la cita, pero primero iría por un sándwich a la cafetería de la estación, se levantó, se estiró y se acomodó un mechón de su cabello para dar pasos a su destino. 

Se preparaba su alimento cuando escucho los pasos de unos tacones que iban a donde él estaba, volteó y ahí estaba la persona que tanto quería ver pero igual quería evitar... Elizabeth, ese bella enfermera de cabello castaño, ojos color verde, que siempre iba con su uniforme color blanco pero un bordado sobre su brazo con el logo del departamento de policía, se acercaba a Hank y cuando se percató de su presencia una linda sonrisa se formó en sus labios.

- ¡Hank! hola, buenos días - lo saludo dándole la mando y un beso en su mejilla.

- Eli, que gusto ¿cómo amaneciste?

- Muy bien muchas gracias espero que tú también y que ese insomnio que me comentaste ya haya desaparecido.

- Oh, si pude dormir pero ya sabes me desperté unas cuantas veces... pero bueno no importa, que bueno que te veo te iba a ir a buscar después de terminar con mi lonche - se le veía y escuchaba nervioso.
"Dios, yo ya no estoy para sentir esto, ya no eres un adolescente Anderson" se decía mentalmente.

- Bueno pues ya no me busques, aquí estoy... ¿estás bien? te veo algo inquieto ¿es algo malo?

- No, no bueno no se como sea para ti pero... bueno al grano, ¿te acuerdas que me dijiste que salieramos un día? fue cuando me estabas curando lo de mis golpes - desvío la mirada y se rascó el cabello signo de sus nervios.