Una asquerosa y conocida música comenzó a inundar mis oídos.
La Alarma.
La tengo un asco increíble.
Me volví a dormir, pero a los cinco minutos algo me despertó, mejor dicho alguien con nombre y apellidos.
Pero... ¿porque he dormido tan poco? Si estoy tremendamente cansada, si fuese por mí, me quedaría la vida eterna en la cama.
Tengo sueño y mucho.
-Ash, pregunta mamá, si sigues encontrándote mal? -dijo entrando en mi habitación y cerrando la puerta de esta, tras su paso, después se sentó en la cama junto a mí-
-Emm...N... -respondí dudosa.
Pensándolo bien... ¿Debería de decir la verdad? O... ¿mentir? Me siento muy cansada y no he dormido muy bien.
La verdad es que no me apetece ir al instituto, no atendería mucho en clase, y no daría el 100% de mi misma.
Aunque...nunca lo hago.
-No me mientas, sé que no te encontrabas mal, ni ayer ni hoy -dijo el estúpido de cameron, que me conocía como si me hubiese parido y pff... el no es mi padre.
-Tras llevarse una mirada de esas que matan, le conteste.
-Dila que ahora voy a desayunar... ¿Contento? -le conteste con una falsa sonrisa.
Porque haber... siento mencionar a Rayita desde tan temprano, pero necesito hacerlo.
¿Quién hace muecas al sonreír?
Hay muchos tipos de sonrisas, tristes, alegres, verdaderas, falsas... etc.
Pero... si yo quiero sonreír a alguien por muy mal que este, le hago una sonrisa y en el intento no me sale una mueca, me sale una sonrisa falsa o triste, o según mi estado de ánimo, soy muy bipolar.
-Mucho –respondió Cam, dejando la puerta abierta.
Como odio que dejen la puerta abierta, parece que lo hace porque tiene una grave necesidad con verme enfadada desde por la mañana y no.
-Cameron, cierra la puta puerta –le grité.
Pero no obtuve ninguna respuesta, a si que suponí que se estaba haciendo el tonto.
Aunque… el verdaderamente lo es.
A si que el día que yo le haga algo malo, también me haré la tonta.
Es que, él sabe lo mucho que odio que me dejen la puerta abierta, si estaba cerrada, ¿Por qué la deja abierta?
Ugggs… lo odio.
¿Para qué es tan las puertas?
¿Para cerrarlas no? Pues Cameron no entiende ese concepto.
Cameron es imbécil y no le entra en la cabeza.
Sigo dudando como no ha repetido nunca curso.
Me levante de la cama y la hice.
Después me vestí con el asqueroso uniforme y fui al baño a peinarme y lavarme la cara.
Qué asco.
Tengo los ojos llenos de lagañas.
Y la boca con babas secas.
Ojala que Ryan nunca me viese así.
Cogí mi mochila y la lleve a la cocina.
Entre sin saludar.
Con un brusco movimiento, le quite a Matt de sus pequeñas manos, la caja de cereales.
Los eche en mi plato y se los devolví.
Termine mi desayuno y espere a Cameron.
Que hoy especialmente, estaba tardando más de lo normal.
Y eso que minutos antes, me había ido a despertar de mi queridísimo sueño.
Para molestar siempre está preparado, pero a la hora de ir al colegio, tarda más que nadie.
No estoy de humor.
Hoy, no estoy de humor.
Repasemos las cosas por las que debería de estar de humor:
-Si cameron sigue tardando, puede que tenga estudio el viernes.
-Ryan, todavía, no sabe de mi existencia.
-No soy millonaria, ni tengo un armario gigante lleno de galletas –pero si tienes un armario de tamaño estándar lleno de ellas-
Bueno y las demás no creo que sean lo suficientemente importantes para estar en esta lista.
Qué asco de día.
¿Por qué no puedo ser rayita? ¿Para que el popular y más malo del colegio me este esperando a las afueras de mi casa, junto a su preciosa moto? ¿Por qué?
Llegamos al colegio y anduve hasta mis amigas.
No las dije nada.
Y comprendieron que no quería hablar del tema.
Simplemente me siguieron para ir cada una a su clase.
Ellas sabían que no me gustaba que me preguntasen el típico: ¿Estás bien? O… ¿Qué te pasa?
Porque verdaderamente los odio.
Con esta cara… ¿tú crees que estoy bien? ¿No? Pues entonces no preguntes.
Si me ves enfadada o llorando, pues no se para que haces esa pregunta, si la respuesta es más que obvia.
Ahí solo dejas más claro que tienes algún retraso mental o que quieres hacerme recordar porque me siento así y remorder la mierda un poquito más.
Pero… solo un poquito más.
Me despedí de ellas y fui al baño.
Tenía unas ganas inmensas de beber agua.
Pero se me estaba haciendo bastante tarde.
En mi instituto no hay fuentes de agua por el pasillo como en el de rayita…como mucho hay sillas… ¿pero que te esperas? Si no hay ni tizas.
Bebí corriendo y fui hacia mi clase.
Definitivamente llegaría tarde y 3 faltas de impuntualidad se acumularían en el parte.
Y todos sabemos lo que pasa a las 3 faltas.
Castigo.
Una hora metida entre cuatro paredes, viendo el tiempo pasar o haciendo la tarea que el asqueroso profesor te mando al ir ahí.
Claro está que ahí no van los nerds…
A sí que estarían todos los populares.
Y lo peor… También los mayores –aquellos que me sacan 3 cabezas y se enfadan si les miras-Eso quiere decir que puede que este Ryan –y que me sienta bastante incómoda-
Suspire mirando al resto de las clases.
Y observando a los chicos y chicas que se encontraban en la misma situación, en abrir o no la puerta.
Mi miedo aumento más cuando oí unos tacones andar por el pasillo.
¡Oh, no!
La directora.
ESTÁS LEYENDO
¡No soy como Rayita!
Teen Fiction¡No!, no soy como rayita, no he tenido la suerte de tropezarme accidentalmente con Harry Styles en un aeropuerto o que Louis Tomlinson me halla eligido entre las 10.000 fans del estadio para invitarme al escenario. Tampoco tengo la suerte de ser rub...