She Died || Yoonseok

Three

‹ ¿En verdad te gusta ese omega? ›

Cuando me percaté de que había corrido suficientemente lejos deje de hacerlo mientras con una mano, exhale profundamente intentando regular mi respiración, el aliento me faltaba. Retome mi camino a casa, al correr había dado más vueltas de las necesarias.

No sé en qué momento pude tomar a ese alfa de los hombros para alejarlo de mí y mis pies reaccionaron por instinto que salí corriendo de ahí, mi omega estaba furioso por haberme alejado de aquél alfa pero uno; le tenía miedo a los alfas y dos; ¿Qué se creía ese tipo?, no soy cualquier omega. 

Aunque ¿Por qué mi corazón latió tan rápido a su lado?

Una vez llegué a casa, fui acogido por los brazos de mi hermana, siempre había sido agradable llegar y recibir los mimos de noona.

—Hoseokie, llegas tarde —me miraba preocupada— Hueles a pino...

—Un alfa.

—¿Qué te hizo? —empezó a observarme de arriba abajo, sujetándome de los hombros sacudiéndome— ¿No te hizo nada?

—Noona, estoy bien, no le hace bien al bebé que te alteres.

—Lo sé, pero estaba tan preocupada por mi hermanito.

—Los supresores funcionan bien, noona, no tienes que preocuparte por mí —ella hizo un puchero— ¿Ya terminaste de empacar?

—Sólo lo necesario —sonrió pero después una mueca triste se asomó en su rostro—. Me duele dejarlos.

—Jiwoo, ya hablamos de eso.

Ella soltó un par de lágrimas rebeldes, mientras reía bajito.

—Soy muy sensible, lo siento.

La abrace por los hombros pegándola a mí, sentía como mi playera se humedecía por su llanto.

Pronto mi hermana se mudaría con su actual beta, ella había seguido los pasos de mi madre al casarse con un beta, ella lo decidió así para que de alguna forma nosotros fuéramos betas, pero no sucedió; ambos crecimos siendo omegas y por ello nuestros padres siempre intentaban apoyarnos en todo.

—Vamos a comer, noona.

La palabra "comer" fue el detonante para que Jiwoo dejara de llorar y se fuera saltando al comedor para servir la comida.

Corrí hacia mi habitación para dejar mi mochila y cambiarme la ropa antes de que mi madre llegará; si me huele será el fin. Me puse una colonia por si acaso el olor se había quedado en mi piel, mínimo pudiera disimularlo un poco.

Baje de nuevo con Jiwoo, ella esperaba pacientemente en la mesa mi presencia, no la hice esperar más y me senté junto a ella a comer, hablando de cosas comunes, ella siempre era muy atenta conmigo, no tenía idea de cuánto la iba a extrañar.

—Y ese alfa...

Ya se había tardado en empezar de chismosa también, claro, mi hermana no se iba a quedar con la duda y obviamente iba a preguntar. Lastima, pierdo la fe en la humanidad.

—¿Te está cortejando?

—Noona —sentí mis mejillas calentarse mientras negaba repetidas veces con mi cabeza—, qué tipo de cosas dices...

—¿Qué? Tiene un olor agradable, él pino y tú girasol ¿No es bonito?

—No, no lo es, mi olor es horrible. 

—Ow, Seokie, no digas esas cosas.

—Me casaré con una beta, fin.

—No decías eso cuando se trataba de Yoonji.