She Died || Yoonseok

Thirteen

‹ La familia Kim tiene un gran pasado ›

Era arrastrado por Jimin hasta una tienda de ropa, según el quería que me viera perfecto esa noche, realmente, sabía que si compraba algo solo sería un maldito traje y una corbata y me iría.

—Jimin, ya te dije que solo compraré un traje, además vinimos ayer para esto y ya había tomado una decisión.

—Tú pero yo no —fruncí el ceño—, tú no eres el único que irá ¿Sabías?

—¿Qué? —mi cara de sorpresa debió haber sido épica porqué Jimin se rió.

—Voy por ese beta.

Okay, estaba super aún más confundido, porque Jimin me había aclarado que no quería estar con un beta y mucho menos me imaginaba que también estaría invitado, y en todo caso si el iría pensé que sería para golpearme en el trasero cuando todo saliera mal.  Pero es cierto, el mundo no gira solamente alrededor del bobo Jung Hoseok.

—¡Ya estamos! —Jimin me metió a la primera tienda de trajes que encontró, repleta de maniquíes modelando las prendas del mes, definitivamente sería un largo día.

Más si Jimin estaba intentando gustarle a Namjoon.

—Hoseok —me llamo Jimin, lo miré, el observaba algunas corbatas de diversos colores, me señaló una —Esta es perfecta para ti.

Miré aquella corbata y de inmediato la arrebate de las manos de Jimin, era muy hermosa que realmente sí, era perfecta para mi.

Acomodé las falsas extensiones que caían por mis hombros, labial de un ligero color rosa que puse sobre mis labios, el delgado liner en mis ojos, peiné mi flequillo. Me levanté de aquella pequeña silla, me miré por última vez en el espejo del tocador, miré mi vestido y mis pies en aquellos converse para nada femeninos según mi madre.

Y realmente, sigo siendo ella.

"¿Cómo puedes decir que Yoonji esta muerta?"

Por qué lo estaba. Hasta hace unos años Yoonji había dejado de existir pero ahora ha vuelto. Mi pasado jamás dejará de pisarme los talones.

Alguien tocó la puerta, sabía que se trataba de mi madre.

—¿Yoonji? ¿Has terminado?

—Sí, mamá.

Caminé hasta la puerta y abrí mirando a mi madre, me sonrió mirándome de arriba abajo.

—¡Mírate! Estás hermosa, no sé porque tienes ese gusto tan feo por vestirte de chico.

—Mamá...

—Sé que está noche te verás hermosa, estoy segura de que cualquier omega se arrodilla a tus pies.

—No necesito un omega —rodé los ojos, avergonzado—. Ya tengo uno.

—Jung Hoseok no es una opción ¿Lo sabías? Ese chico es un encanto pero no te llevará a ningún lado, solo volvimos por qué quiero que vivas sin dificultades y con un bello omega que te haga caso en todo.