She Died || Yoonseok

Fiveteen

 ‹ Necesito que pases este celo conmigo ›

Estaba ansioso, habían pasado minutos desde que Yoongi no volvía, me ponía nervioso. Yoongi no podía bajar siendo ella por lo que nos dijo su padre, tenía que ser él incluso si a Yoongi todavía no le parecía.

Todos los invitados parecían muy curiosos de esperar a la estrella de esa noche, eso era la razón por la cual Yoongi estaba presionado y angustiado, no quería que todos tuvieran grandes expectativas en él.

El olor de Yoongi llegó a mis fosas nasales e inmediatamente me di a vuelta, vestido de un traje negro elegante como siempre, su cabello ligeramente peinado hacia atrás; ese era mi alfa, mi omega tembló y otro mareo me invadió, que casi pierdo el equilibrio. Jungkook me sujetó mirándome preocupado, miré a Yoongi, parecía querer acercarse ya que sus ojos estaban tan conectados con los míos, negué con la cabeza para que entendiera que tenía asuntos por atender, parece que entendió y se fue directo con su padre para saludar empresarios.

—Hobi hyung, ¿Estás bien?

—Sí, solo... hay algunos olores que me marean —Kookie asintió, aún sin soltarme.

—Hobi —me susurro —, estas oliendo mucho a girasol.

—Pues ese es mi olor —sonreí —, puede que mi celo este más cerca de lo que creíamos —reí nervioso.

—¿Esos son tus síntomas?

—Sí, solo algunos —rasque mi nuca mientras suspiraba —. Estaré bien ¿Sí?

—No, debemos preocuparnos qué tal si...

—Jungkook déjalo, estaré bien.

Jungkook pareció no seguir insistiendo por el resto de la noche.

Al cabo de unas horas, muchas personas ya se habían marchado, ya habían hablado sus asuntos con el futuro fundador de la empresa y se habían retirado felices, el momento de la cena era el más íntimo, entre algunos empleados reconocidos de la empresa —solo eran como tres—, algunos familiares y luego estábamos nosotros; en este caso, yo. No era familiar, ni siquiera era reconocido que yo era su omega.

La cena llegó y nos acomodamos en la larga mesa del comedor, era gigante, Jimin se sentó junto a Namjoon, yo; junto a Jimin y a mi izquierda estaban los Jeon. Me sentía un poco triste, ya que Yoongi no se había podido sentar a mi lado, estábamos en el mismo lugar pero aún así lo sentía tan lejano a mi, maldita dependencia omega.

—Bueno antes de empezar la cena, me gustaría dar un brindis por mi hijo —habló el señor Yul—. Te hemos extrañado tanto en nuestra familia—tome mi copa, no sabía que era — un brindis por Yoongi —brinde con la copa de Jungkook y tome el contenido.

Mi garganta ardió por el alcohol, no era normal ya que, soy un borracho, cualquier copita de alcohol no debería de hacerme daño. El señor Yul abrazo a Yoongi, parecía tan alegre y orgulloso de él.

En ese momento todo volvió al silencio, apenas se empezó a servir la comida una voz femenina se oyó.

—Yoongi, hijo —una señora de cabellos castaños habló mirándolo—. Empezaremos a planear tu compromiso pronto.

Yoongi frunció el ceño apenas escucho esa palabra mientras que yo me encogía incómodo en mi lugar —No me casaré, abuela.

—No digas tonterías. Por supuesto que lo harás, ella es Suran —señalo la chica a su lado— y será tu prometida.

—Mamá —la paró Yul—, no harás lo mismo.

—Las cosas pueden ser diferentes, es una lastima que Seoyeong terminará en el abismo de la locura.