UNA CHICA MALA PARA UN CHICO CORRIENTE. AITEDA

NO SABES LO QUE TE ESPERA.

Estoy sentado en el despacho del jefe a la espera de que me pase un caso nuevo. Dicen que este caso a sido rechazado, que es algo complicado y que es todo un reto.
Entra el jefe.

Jefe: Luís, ya estoy aquí.

Se sienta en su silla y me ofrece sentarme. Tomo asiento delante de él y lo observo a la espera de que me cuente lo que ocurre.

Jefe:de antemano te digo que es un caso bastante difícil, se trata nada más ni nada menos que de Aitana Ocaña Morales.

Lo miro sorprendido ya que he escuchado hablar de esa chica. Es una chica adinerada, dicen que tiene poder por ahí donde pisa y que tiene mucha guerra por dar en este mundo.

Jefe: sus padres necesitan un control sobre ella. No les hace caso, le da por hacer de todo y más de la mitad nada bueno.

Cepeda: ¿y este caso porque me lo da a mí?

Jefe: Luís, eres uno de los buenos y confío en ti.

Lo miro a los ojos y asiento.

Cepeda: estoy agradecido por ello, pero... ¿Seguro que podré con ello?

Jefe: tendrás que decidirlo tu, pero antes vas a tener una reunión con los señores Ocaña.

Cepeda: ¿yo? ¿Cuando?

Jefe: ahora mismo, estan esperando en la sala de reunión.

Me levanto de golpe mirandolo.

Jefe: ve, vamos.

Cepeda: está bien ¿pero y si no acepto?

Jefe: vamos antes de que te de una patada en el culo y te mande yo.

Miro al jefe y asiento nuevamente. Salgo de su despacho con una carpeta en la mano, voy ojeando los folios que hay dentro de esta mientras ando y llamo a la puerta al llegar.

Cepeda: señores Ocaña ¿se puede?

S. Ocaña: adelante por favor.

Entro y le extiendo la mano a los señores.

Cepeda: es un placer señor y señora Ocaña. Mi nombre es Luís Cepeda y me han encargado, por así decirlo, de este caso.

Los miro y tomo asiento delante de ellos con una sonrisa leve.

Cepeda: he leído un poco el caso, he visto que su hija, la señorita Aitana Ocaña

Miro los folios y los miro.

Cepeda: Morales.

Sonrio leve.

Cepeda: es una niña de 18 años, rebelde, con ganas de fiesta, etc y un buen largo etc.

Belén: así es, 18 años y bastante rebelde. No tenemos un control sobre ella, no nos deja...

Cepeda: no se preocupe. Antes de tomar el caso ¿podrían darme más información?

Entablamos conversación sobre el tema y pasamos un rato.

Cepeda: perfecto señores, será un placer atender el caso. Solo deben decirme cuando debo empezar

Cuando voy a seguir con las palabras me interrumpe el señor Ocaña.

Cosme: hoy mismo, urgente.

Asiento con la cabeza y se levantan. Me levanto detrás y se despiden de mi dejándome la hora y el lugar sobre la mesa.

Cepeda:allí estaré

S. Ocaña: te esperamos y un placer.

Se retiran y miro el expediente. A la noche, sobre las 21:00 tomo rumbo a su casa.