UNA CHICA MALA PARA UN CHICO CORRIENTE. AITEDA

NIÑA PEQUEÑA

Llegamos a un videoclub y aparcamos delante.

Aitana: quedate en el coche.

Baja del coche y la miro obedeciendo, cuando entra dentro del local bajo y voy dentro. Veo que mira películas mientras debe responder algún mensaje por teléfono, me acerco a ella y sonrio.

Aitana: te he dicho que te quedaras en el coche.

Cepeda: no suelo hacer caso, en algo nos parecemos.

Sonrio mirandola y me pongo a mirar películas.

Aitana: ¿que clase de pelis te van?

Cepeda: ¿y eso que importa? Pero si por algún motivo te importa diría que de humor, miedo e incluso dibujos animados.

Aitana: bien, muy bien, infantil.

Cepeda: bien, muy bien, no me importa tu opinión.

Sonrio mirandola y me mira mal.

Aitana: veamos, veamos, veamos...

Agarra una de miedo, va a la caja y paga.

Cepeda: bien, vamos a casa.

Aitana: si, si vamos.

La miro a los ojos y algo no me inspira confianza.

Cepeda: espero que no hagas ninguna de las tuyas.

Aitana: ¿de las mías? Soy una niña buena e indefensa.

Me acaricia la barba, se va al coche y la sigo subiendo directo.

Aitana: bien, vamos Luisiño.

Cepeda: llamame Luís, Luís Cepeda.

Casi llegamos, se escucha un ruido horrible, percibo que es música, música muy molesta y miro a Aitana.

Cepeda: Aitana que es eso.

Aitana: ¿todo ruido que provenga de algún lado tiene que ser mío?

Cepeda: si.

Aitana: que bien.

Sonríe con picardia y perversidad.

Cepeda: Aitana...

Miro la casa y todo el ruido proviene de allí.

Cepeda: ¡Aitana!

Aitana aparca riéndose.

Aitana: ¿te gusta la sorpresa? Es una fiesta sorpresa de bienvenida para ti amor.

Baja del coche rápido riéndose y la sigo entrando dentro de la casa.

Aitana: ¡mira que bonita!

Todo el mundo está dentro de la casa, hay drogas, alcohol, incluso sexo.

Cepeda: ¡basta!

Empiezo a empujar a la gente, a sacarla fuera y limpiar como puedo.

Cepeda: ¡Aitana Ocaña Morales!