UNA CHICA MALA PARA UN CHICO CORRIENTE. AITEDA

VOY A POR TI.

Aitana: bien, ¿sabes que? No vas a arruïnarme la fiesta cariño.

Me acaricia la cara con una sonrisa y se va a buscar a alguien en el reservado de al lado. La sigo con un paso rápido y me detiene un chico.

Chico: no puede pasar señor.

Cepeda: voy con la niña que acaba de entrar.

Aitana: yo no lo conozco de nada.

Cepeda: Aitana no mientas.

Aitana: no lo hago, simplemente no se quien eres.

Sonríe y detrás de ella se encuentran dos chicas ofreciéndole una copa. Aitana levanta la copa y me guiña el ojo mientras yo la maldigo por dentro.

Aitana: ¡salud chicas!

Se beben la copa del tirón e intento subir.

Cepeda: ¡Aitana!

Aitana empieza a bailar entre risas y se besa con esas dos chicas.

Aitana: ¡vamos a por tequila!

Chicas: ¡vamos!

Las chicas beben y una de ellas se detiene a verme.

Chica: ¡¿Aiti va con nosotras?!

Cepeda: soy su nuevo niñero.

Chica: encantada, me llamo Mimi.

Chica2: yo Ana y arriba están Amaia, Raoul y más.

Mimi: vente con nosotros maricon tan serio.

Miro a Mimi y luego a Aitana muy serio.

Aitana: no hace falta que venga, no ves que es un amargado.

Cepeda: y tu una loca.

Aitana: pero tu detrás de la loca como un perrito.

Ana: pero tía.

Mimi y Ana se ríen mirándome y corren a por los tequilas dejándome a Aitana cerca.

Cepeda: ¿para que todo esto?

Aitana: porque voy a por ti cariño, nadie a mi me controla.

Cepeda: estas muy mal.

Aitana: si tu lo dices.

Se acerca a mi boca y me muere el labio. La aparto serio y niego.

Cepeda: nos vamos a casa, ahora.

Aitana: diviértete, estas de fiesta con la mejor.

Se va hacia la barra y la sigo serio.

Mimi: ¿maricon tu quieres?

Cepeda: no y Aitana se va.

Agarro a Aitana del brazo y la saco a rastras del local. Al llegar a la puerta miro al de seguridad y se aparta de mi camino llevando a Aitana a su coche.

Aitana: ¿de que vas?

Cepeda: no permito ni una más. No se ni que hacia ahí dentro comportando que una niñata como tu me la liara así.

Aitana: ten cuidado con tus palabras cariño.

Sonríe con una malicia que hace que no diga nada y sube al coche gritando desde adentro.

Aitana: ¡mis llaves!

Subo por no discutir más y se las doy.