¡Chispas! yo que tenía hambre.

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Toc Toc - sonó la puerta del consultorio del doctor Antonio Caputo - Pase por favor - respondió el doctor con algo de odio-.

Era un día normal, un día como cualquier otro, uno de esos días que no son ni largos ni cortos, que no abruman, pero que a la vez no sorprenden, solamente son eso, un día normal.

Era un nuevo paciente, eso no era nuevo para el doctor, pero para ti si ¿vale? Tenía un rostro pálido, usaba ropa suelta, algo así como un skater; pero sin estilo propio, era como si no llevará nada puesto, ya que se notaba que por dentro, estaba acabado. Para conocer a una persona no hace falta verla desnuda, solamente es cuestión de conocer sus miedos, y darle, donde más le duele, Caputo era experto para esto.

- Amor ¿Tu que prefieres? ¿Un hombre bueno que ha cometido un pecado, o un hombre malo que no ha cometido ningún pecado? - pregunto Sebastián, el paciente de Caputo, sintiéndose algo inseguro -.

- Un hombre bueno que no ha cometido ningún pecado - respondió Alma, con un tono algo jocoso, ya que no entendía el porqué de la pregunta de su novio -.

-¿Y si tuvieras que elegir entre una de los dos, sin ninguna otra opción?

- Pues... un hombre bueno, que cometió un pecado, todos hemos cometido un pecado alguna vez.

-¿pero si este fuera un pecado de verdad? - pregunto Sebastián al instante -.

-Callate tontito, los hombres buenos no hacen este tipo de preguntas - se acercó y lo beso como nunca -.

Esos besos.

Walaaa este fue el primer capitulo ¿les gusta?

Esta historia está cargada de mucho misterio y suspenso, denle una oportunidad :)

Voten y Comenten, es muy importante para mi, gracias.

Nos vemos en el próximo capítulo.

Sebastián.

El psicoanálisisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora