El psicoanálisis

El consultorio

Todo el ambiente estaba calmado, lo cual era peculiarmente extraño. Mi día había sido extremadamente aburrido, no logré atender a un solo paciente en todo el día, todo se iba a la ruina. Lo único que pude hacer fue permanecer sentado, esperando, viendo como el tiempo en el reloj parecía no avanzar; incluso parecía que estaba retrocediendo.

Tantos años de experiencia y trabajo duro no parecían dar frutos, durante un tiempo lo fue, al menos gane lo suficiente como para comprar una casa nueva, donde podía vivir con mi único amigo de verdad, Morgan, mi gato.

Doctor - dijo Jonny, pasando su mano izquierda por enfrente de mi rostro para que le prestase atención -.

- Disculpe, me perdí en mis pensamientos ¿cuál era la pregunta?  - dije tratando de fingir mi mejor sonrisa, para remediar el error-.

- ¿Cómo conoció a Sebastián y exactamente porque necesitaba sus servicios?.

Pude notar que su tono de voz cambio un poco cuando pronunciaba "Sebastián", lo cual me causó un poco de risa.

- Eso es información confidencial - dije mientras servía otra tasa de café -  ¿Quieres una? - me quedé esperando una respuesta que nunca llegó -.

-¡PORFAVOR DOCTOR, ESTAMOS HABLANDO DE MI PROMETIDA - dijo alternadamente, al mismo tiempo que se levantaba de su silla. Tiro mi café-.

-Está bien, los hechos ocurrieron de la siguiente manera - dije mientras me adentraba en mis propios pensamientos, recordando detalle por detalle -.

Estaba ahí, sentado en mi consultorio como de costumbre , ya eran casi las 11, lo cual significaba algo, hogar, dulce hogar.

Toc Toc - Sonó la puerta de mi consultorio.

- Pase - respondí con un poco de odio, ya casi era hora de ir a casa, pobre Morgan, debe estar extrañándome -.

Por esa puerta, entro el hombre que está buscando, Jonny - mientras le señalo la entrada a mi consultorio con mi dedo índice. Continúe narrando -.

- Buenas noches, yo soy el Doctor Caputo, un placer conocerlo - mentí, mientras le hice seña de que se sentara en el sofá, para empezar la consulta-.

Aún no decía ni una palabra.

- Bueno ¿que lo trae por aquí?.

- Una chica, bueno, más bien dos, mis chicas. - respondió con toda seguridad -.

- Vale ¿cual es el rollo con esas chicas?.

Justo después de preguntar eso, sentí como  algo me ponía inquieto, no sabía que era, pero fue una sensación muy extraña. Agudicé mis sentidos y escuche la molesta música del noticiero local que tanto odiaba.

Justo después de eso, subí el volumen al televisor, no sin antes disculparme con mi cliente y me dispuse a escuchar la noticia.

Recuerdo tan bien el encabezado.

"La inseguridad aumenta, otro caso de violación en la ciudad ".  Ahí aparecía la típica reportera rubia, que intenta hacerse lo más profesional posible, y dice:

"Hace tan sólo 2 días se encontró el cuerpo de una mujer, que se identificó con el nombre de Alma Julissa , el cuerpo se encontraba completamente desnudo junto a un arbusto de cerezas en el bosque cercano al parque central. El agresor no dejo rastros. La joven se encuentra estable en el Hospital. La policía aumentará la seguridad en la zona. ".

Ya era suficiente, apagué el televisor.

-Eso sí que es un pecado - afirmó Sebastián, mientras tenía una sonrisa de oreja a oreja, admito que me asustó un poco.

- Si que lo es - concluí -.

8 MESES Y 29 DÍAS PARA EL MILAGRO .

Estos son los seis primeros capítulos de la historia, espero que los disfrutéis mucho.

No olvides votar y comentar, esto no acaba acá. Nos vemos pronto

Sebastián.