Capítulo 3

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A la mañana del viernes, el sólo hecho de escuchar el despertador me puso molesta. Nunca me ha gustado el colegio y con el colegio me refiero a todos sus ámbitos. Las reglas, tener que despertarse temprano y llegar relativamente tarde a mi casa y mis compañeros... Hablando de ese último punto: A mi parecer el 85% de esos seres que me rodea en las horas de clases son unas totales copias una de la otra. Tienen los mismos estereotipos, buscan parecerse a la típica imagen comercial del chico o chica perfecta, siguen las modas, blah casi nada parecido a mi.

Daré una pequeña descripción de mi "estilo". Soy una chica de 17 años, con el pelo muy oscuro, ojos azules y piel muy blanca (parece que eso ya lo había mencionado). La gigantesca mayoría de las veces visto de negro, jeans oscuros o con chaquetas de cuero. Mi maquillaje consiste en delineador negro, máscara de pestañas y de vez en cuando algún labial. Soy algo "dark", ni puta idea que es eso pero mis amigas me lo han mencionado mucho cuando se refieren a mi ropa. La verdad es que estoy bastante satisfecha de mi cuerpo actual, los esfuerzos que he hecho han dado buenos beneficios y lo mejor: Ese sexy chico mayor que es mi novio.

Ay Andrew... Es alguien tan ahhhhhh. Puede que sea una mala junta para mí, que sea algo violento, muy fiestero y pandillero. Pero aún así siento que de alguna manera lo amo.

En todos esos meses que hemos estado juntos, nunca nos hemos dicho que nos amamos, quizás él no lo siente realmente así o no lo quiere asumir. Eso me pasa a mí, siento que "amarlo" es casi una ilusión.

Bueno, apagué el despertador, bajé por mi té, desayune unas tostadas con mermelada. Me duché, vestí, maquillé, tomé mi mochila y me fui.

Me voy caminando al colegio, ya que me queda a algunas cuadras y hacer una mini caminata es bastante bueno para la salud.

Llegué y ahí estaba el grupo de chicas con el cual me juntaba, no las consideraba amigas mías porque no las sentía como tal. Ellas eran: Jazmin, Laura y Amber. Jazmin era bastante buena en el colegio, la tenía de compañera de puesto porque me ayudaba con las materias más complicadas y tenía en general muy buena voluntad. Amanda era la más parecida a mí en su forma de ser, algo distraída, risueña, simpática y muy chistosa. Y Amber... Bueno Amber era la que me caía mal del grupo, por lo cual me siento muy culpable de tenerle mala a una de mis "amigas". Amber no me caía bien por dos motivos importantísimos para mí: Su absoluta inhibición con el resto de las personas y su, mmm ¿Cómo decirlo sin que suene pesado? Su falta de información, cultura y en general ignorancia con el mundo, porque no le interesaba. Puede que yo no sea la chica con las mejores calificaciones del salón, pero no me considero para nada tonta, ni ignorante. Las calificaciones no reflejan tu inteligencia.

Llegué al salón y ahí estaban ellas, Me acerqué, las saludé y Laura, dijo:

-Te queda muy bien esa camiseta. Te resalta más la cara.-A lo que respondí:

-Gracias Laura.-hice una ligera pausa-Chicas ¿Hoy se entregaba el informe de ciencias?-Jazmin dijo:

-No, tranquila. Es para el próximo martes.

-Jazmin, si no te complica ¿Me podrías ayudar?

-Sí claro. Ningún problema. Acordamos por chat cuando y donde.

-¡Bien! Gracias.-Sonreí, agradecida que alguien se apiadara de esta chica con riesgo de expulsión por malas notas.

Sonó el timbre y nos dirigimos a nuestros asientos.

La clase fue como siempre, aburrida. Prestaba atención y tomaba apuntes. Estábamos en biología y gracias a Dios estaba entendiendo.

Finalmente el día pasaba y llegamos a la última hora, me llegó un mensaje de Andrew:

-"Amor ¿A qué hora sales? Quiero pasar a buscarte. - Manteniendo mi celular oculto, respondí:

-En unos 40 minutos más ¿Vamos a mi casa?

-Bueno, no tengo problema.

-Okay, besos. Guardare el celular.

Puse rápidamente mi celular en el bolsillo e hice como que prestaba atención. Los minutos pasaban y pasaban, yo estaba absolutamente aburrida y cansada. Esa semana había sido bastante pesada.

Al fin sonó el timbré. Arreglé mi mochila, me despedí de mis amigas y afuera de mi escuela, estaba ahí, él, Andrew. Corrí a abrazarlo y nos besamos, nos separamos y pude ver sus hermosos ojos, sonreí, nos tomamos la mano y nos fuimos rumbo a mi casa.

Me estuvo preguntando que tal mi día, si tenía tareas, que tenía que estudiar y bla bla bla. Llegamos a mi casa, abrí la puerta y noté que mi mamá no estaba, grite: "Mamá?". Miré a Andrew y dije:

-Parece que no está.

Lo tomé de la mano y fuimos a mi pieza. Me sentía en confianza ahí. Puse mi mochila sobre el escritorio mientras Andrew se recostaba a un lado de mi cama. Mi cama es de dos plazas y mi pieza es lo bastante grande como para guardar todos mis cachivaches. Me estiré y me acosté cruzada en medio de mi cama, con mis piernas sobre las piernas de Andrew. Me empezó a contar sobre su semana y yo dije:

-Ah, el sábado iré a una cena a la casa de la amiga de mi mamá, la de las clases de matemáticas.

-Que bien! ¿No te aburrirás?

-Supongo que no, Liz tiene un hijo de 18 y espero llevarme bien con él.

Andrew me agarró bruscamente el brazo y me lo apretó fuerte, con una rabia notoria en su cara me dijo:

-Pobre de ti que me dejes por ese pendejo.-Noté como sus ojos casi que hervían en celos, agité mi brazo para que me soltara, me dolía bastante y tenía miedo, le dije:

-No puedes ser así de exagerado.-Mis palabras lo alteraron más, agarró nuevamente mi brazo y se acercó a mí. Dijo con una ira aún más intensa:

-Charlotte, no me hagas esto.

-HEY TRANQUILO! Suéltame y relájate señor exagerado.-Me paré de golpe de mi cama y corrí al baño. Andrew es bastante agresivo, no es primera vez que actúa así. Cerré la puerta con pestillo y vi como mi antebrazo izquierdo tenía un feo moretón morado, grande. Sentí como una lágrima se me escapaba, tomé papel higiénico y sequé mis ojos. Escuché un golpe, salí del baño y grité:

-Andrew baja de inmediato.

Escuchaba más y más golpes, cosas cayendo. Decidí subir corriendo a mi pieza y vi mi mochila por el suelo, varios libros también tirados y a Andrew con una cara de loco y los ojos demasiado rojos. Le dije mientras lo agarraba por los brazos:

-Fumaste y no me digas que no porque tienes los ojos rojos.- Andrew estaba como un zombie, lo empujé hasta las escaleras y bajó, no dijo nada, sólo salió de mi casa dando un portazo.

La tristeza llegó a mí, me senté en el suelo y lloré, mi brazo dolía y mi pieza estaba hecha un desastre. Escuché como la puerta se abría y mi madre gritaba desde la entrada:

-¿Charlotte estás bien?

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y ahí terminó este capítulo :o

Espero que me sigan dando votos y comentando <3

PROMETO QUE DE AQUÍ EN ADELANTE VA A PONERSE MEJOR. DE VERDAD.

Besooooooos

Cata:)

Miss F-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora